Los Intendentes, héroes sin capa ni presupuesto, despreciados por Rodríguez Saá

Llevan adelante la más grande de las misiones en plena pandemia. Son el primer anillo de contención social, no tienen presupuesto asignado para combatir el Coronavirus pero aún así se ponen al frente de la prevención. Le pidieron al Gobernador una partida presupuestaria que ayude y la respuesta fue un "no rotundo".

Desinfectan, limpian, contienen con asignaciones de comida a las familias más vulnerables, disponen de personal esencial en las calles, donan sábanas, camas y ponen a trabajar la ingeniaría de la prevención desde spots en medios de comunicación hasta recorridas en barrios y centros comerciales para evitar aglomeración de personas, escuchan y conocen las necesidades de sus vecinos.

En la otra vereda, con la soberbia de siempre, Alberto Rodríguez Saá juega sus propias cartas, ahogar financieramente a los Intendentes para tenerlos a merced de sus despiadadas acciones. En la última semana creció entre los jefes comunales la necesidad de contar con mayores recursos, más aún cuando la coparticipación, mínima, que les gira el gobierno provincial cayó más del 30% y no pueden recaudar por otras vías. La respuesta fue categórica y desalmada, "no podemos, nosotros también necesitamos plata", les dijo la Ministra de Hacienda que junto con su Jefe Alberto recibirán $ 3,000 millones de Nación.

El desprecio de Alberto Rodríguez Saá hacia los Intendentes no hace mella en la tarea que estos héroes sin capa realizan para contener social y sanitariamente a la provincia. Una lucha despareja donde la fuerza de gestión, por ahora, vence al odio.

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