En Misiones está el único árbol comestible del mundo

La provincia de Misiones posee el único árbol comestible del mundo, el Yacaratiá, que crece bajo la sombra de otros mayores que lo protegen de las heladas y con el cual se pueden hacer dulces, tablas confitadas en miel o almíbar, alfajores y hasta bombones.

El árbol crece en el centro y Norte de Misiones y los aborígenes conocían las cualidades de esta especie que exuda un compuesto lechoso cuando se lastima, para abastecerse de agua y nutrientes.

Observando el trabajo de las larvas para alimentarse del mismo y conociendo las costumbres de los aborígenes, el ingeniero forestal y químico Roberto Pascutti desarrolló un proyecto que patentó para transformarlo en comestible mediante un trabajo industrial donde se hierven trozos de madera durante varias días.

En la actualidad, los forestadores antes de ralear los pinos que protegen al Yacaratiá en el sotobosque donde se desarrolla, avisan a los continuadores de Pascutti; su esposa e hija Marisa y Vanina, para que vayan a rescatarlo.

Como no es maderable, de otra manera se desperdiciaría, tampoco su pulpa serviría para papel por sus componentes y porque un 90 por ciento es agua.

La empresa corta la pulpa en tablas para cocinarlas en agua durante dos días y luego durante otras dos jornadas se hace tratamientos en azúcar, miel y glucosa según destino.

Desde "Yacaratia Delicatessen", así se llama la Pyme familiar de los Pascutti, afirman que por sus componentes, entre los que se destacan su alto contenido en fibra y varios minerales, como calcio, fósforo, potasio y magnesio es apto para celíacos, excepto los bombones porque aún utilizan chocolate común para su fabricación.

Aunque resaltan que no se recomienda para diabéticos por su contenido en azúcares y Marisa Pascutti cuenta orgullosa como varios chefs y restaurantes de lujo recurren a sus productos, como representantes en Buenos Aires.

El "árbol del pan", como también se lo denomina por su pulpa comestible y sin gusto, es ya un plato típico de la provincia, proceso sustentable que salvó de la extinción a la especie, cuentan los redactores de ABOPA, Asociación Bonaerense de Periodistas Agropecuarios encargados del suplemento.

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