El Senador se ausentó del debate en el proyecto que prohíbe las carreras de galgos, no votó, pese a ello la Ley fue aprobada. Ahora se muestra como un defensor de los animales.
La necesidad electoral en su crudo relato muestra al candidato dispuesto a todo, a caminar sobre sus propios pasos, a omitir, a mentir y hasta llegar al cinismo de mostrarse interesado en temas a los que nunca defendió, a punto tal de no condenar la carreras de galgos y levantarse del recinto cuando se debatía la iniciativa.
El proyecto, presentado por la senadora Odarda, fue llevado al recinto y tuvo 42 votos a favor, 15 abstenciones, entre ellos legisladores radicales y peronistas del sector de Adolfo Rodríguez Saá, y ningún voto en contra, y el 25 de noviembre de 2015 consiguió, sobre tablas, la media sanción del Senado Nacional.
Un año más tarde los diputados aprobarían la ley que prohíbe las carreras de perros en todo el territorio nacional, castiga con penas de hasta 4 años y multas de $80.000.
En unas semanas más, según la información oficial, Adolfo volverá a recibir a los proteccionistas.