El peso argentino fue una de las monedas que más se revaluó contra el dólar desde las elecciones en Estados Unidos, a fines del año pasado.
El dato lo aportó un informe de la consultora Quantum Finanzas que compara la evolución de distintas divisas contra su par estadounidense tanto en términos nominales como en términos reales, es decir, agregando para el cálculo la inflación minorista de cada mercado.
El punto de partida que elige el estudio no es casual. Con la irrupción de Donald Trump, y dada su prédica en favor de aplicarle a la economía de Estados Unidos un shock de demanda, el dólar dejó abruptamente años de letargo.
Así, la moneda dio un fuerte salto que la hizo revalorizar contra el resto de las monedas del mundo, en especial, contra el peso mexicano (que llegó a caer 14%) toda vez que los planes del nuevo mandatario incluían la revisión del Nafta y presiones para que empresas de ese país, que se habían radicado en territorio azteca para ganar competitividad, regresen de ese exilio.
Sin embargo, desde principios de este año, "la situación se revirtió parcial o totalmente dependiendo el caso", observa el informe conocido hoy.
El peso argentino sufrió ese reacomodamiento global y entre la última parte del 2016 y hasta el 19 de enero (punto cúlmine de esa tendencia) se depreció nominalmente 5,5% contra el dólar, condición que mantuvo relativamente inalterable desde entonces.
Sin embargo, cuando se incluye para el cálculo el diferencial de inflación aparece el costo que la estabilidad del tipo de cambio local (ayer el dólar comercial había cerrado a $ 15,88, el mismo precio al que clausuró el 2016, aunque hoy recuperó 10 centavos al finalizar a $ 15,98) aparece en su verdadera dimensión el problema de la golpeada competitividad argentina, algo que explica porqué el país sigue sin atraer inversión extranjera directa pese a recibir a menudo elogios de líderes políticos y empresarios de buena parte del mundo.
Es que el peso argentino, así medido, pasa a ser "la moneda que más se apreció desde fines de 2016 (9,2%) al medirla en estos términos, más que el peso mexicano, la libra (GBP, 4,5%) y que el real, inclusive (1%)", destaca Quantum quien recuerda que la apreciación real en Argentina "es resultado de una combinación de factores, que involucran la tasa de inflación, que se mantiene elevada, aunque se reduce, y presiones derivadas por el ingreso de capitales para financiar el déficit fiscal (Nacional y Provincial)", a lo que se agregan las liquidaciones de los exportadores.
Precisamente para tratar de reducir esta tendencia estructural a la apreciación que deriva del "modelo económico" actual el Gobierno analiza eliminar por decreto la obligación que aún rige para que los exportadores ingresen al país las divisas que reciben por las ventas al exterior.
"La apreciación real acumulada del orden del 10% en los últimos meses tiene consecuencias sobre sectores productores de bienes transables. Suavizar esos efectos requerirá acciones concretas de política, de corto y de mediano plazo, en particular necesita que se reduzca el déficit fiscal", apuntó el informe.
En este sentido la devaluación del 0,6% nominal que registró el peso hoy frente al dólar no alcanza para cambiar las cosas ya que respondió a un reacomodamiento global de monedas frente al dólar luego de que la Reserva Federal resolviera ayer subir la tasa de interés de referencia al 1,25%. De hecho, el ajuste del peso fue menor que el de su par de Colombia o Chile (0,9%) y al del 1% que sufrió la moneda mexicana, por caso.