Escándalo: Rebelión, gritos y Alberto Rodríguez Saá encerrado en El Diario

Rodríguez Saá probó de su propia medicina, maltrató a un periodista y el trabajador de prensa tuvo un ataque de ira que obligó al exgobernador a salir corriendo hacia una oficina. Ambulancia y custodia, cerraron un episodio que conmocionó a la redacción, casi vacía, del medio.

En soledad, Alberto Rodríguez Saá dirige el diario que es el último bastión de resistencia de un proyecto que fugó miles de millones de pesos del Estado Provincial. El exmandatario no soporta pensamientos libres, discrepancias y sugerencias, es por esa razón que llueven las denuncias de los trabajadores y los enojos del jefe terminan echando a históricos comunicadores.

En las últimas horas un suceso detonó a una redacción a punto explotar a cada momento. Alberto pide, exige, una nota urgente con Ernesto "Pipi" Alí, el dirigente hace caso omiso a las insistentes llamadas del periodista designado a la misión. El jefe de El Diario insiste, atosiga con gritos y la tensión va en aumento al tiempo que Alí no da señales de vida. El maltrato verbal del ex mandamás provincial llega a un punto sin retorno cuando el periodista reacciona con gritos, golpes en el escritorio y hace volar un teclado de computadora; el longevo maltratador huye hacia una oficina mientras un reducido grupo de trabajadores intentan calmar al colega.

La seguridad del edificio se hace presente para salvaguardar la integridad del jefe acosador. Una ambulancia con personal médico logra encauzar la crisis de nervios del trabajador de prensa y después de un largo rato de máxima tensión el polvorín de la redacción intenta volver a su caótico curso cotidiano.

Cambiaron los tiempos, Alberto sin poder ya no es el ser supremo que insulta, maltrata y dirige con mano de hierro el alicaído medio que supo gozar de cuantiosos beneficios económicos. El periodista en cuestión presentó un certificado médico y se ampara en cuestiones psicológicas de maltrato, los testigos lo respaldan.

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