A 23 días de la desaparición de la niña el Gobernador se esconde y quita apoyo a la búsqueda, el número de policías pasó de 450 a 150.
Se cumplen más de tres semanas sin que Guadalupe Lucero reciba el abrigo del calor familiar. La investigación no dio ni una sola pista firme que permita saber hacia donde y quien se la llevó. El Gobernador juega a la política y evita que el caso lo manche en el año electoral, es más, le pidió a los padres en el único encuentro "no hablar con la prensa", de intensificar la búsqueda nada. Como si fuera poco el número de policías bajó drásticamente y los pocos que están son enviados a tour turísticos por los diques de la provincia.
Guadalupe puede ser la hija, hermana, sobrina, nieta o vecina de cualquiera de nosotros menos del Poder Provincial que apuesta a archivar la causa y que pasen los días y la atención social se diluya.