España decidió cancelar la búsqueda de los tres argentinos perdidos en el océano Atlántico. El país le informó a la familia que, ante la nula información sobre los tres barilochenses a bordo del velero Maratonga, fue desactivado el rastreo de la embarcación. El alerta español había sido emitido el 15 de septiembre.
En la práctica, según denuncian los familiares, ya nadie busca en el mar a los tres veleristas desaparecidos desde España, la Argentina o cualquier otro país del mundo.
La última comunicación entre los tripulantes -el ingeniero naval Raúl Enriquez, su hijo Pablo y el escribano Raúl Echeverría- y sus familiares fue el 26 de julio cuando emprendieron rumbo hacia las islas Azores.
El Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo (MRCC) se comunicó con Nélida Mihailov, esposa de Raúl y madre de Pablo para remitirle la dura novedad. “Hemos dado por finalizadas las transmisiones en relación a la falta de noticias del Maratonga”, le explicaron.
Aunque aclararon que la búsqueda activa continuará en puertos y marinas. Desde el organismo español le sugirieron a Mihailov que se contacte nuevamente con las autoridades argentinas para que “en todo caso, ellos retomen las acciones que consideren oportunas en relación a la desaparición del velero”.
Pero en el país la búsqueda está restringida a puertos, marinas y vías terrestres y no abarca el océano. La semana pasada el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina se contactó con la mujer para indicarle que tratarían de realizar gestiones ante los Estados Unidos con el propósito de ampliar el rastrillaje. Mihailov ha indicado que el alerta emitido por la Cancillería el 23 de octubre es de orden terrestre y no obliga a los demás barcos a prestar asistencia en caso de encontrarlos.
Los tripulantes del “Maratonga” tenían pensado cruzar el Atlántico, entre Cartagena de Indias y Portural, en 40 días y tenían comida para 100. El 13 de julio salieron del puerto de Norkfolt (Estados Unidos) al que habían llegado para realizar reparaciones y abastecerse. El 26 de julio le comunicaron a sus familiares que se dirigían a las islas Azores. Después no hubo más contactos.