Valeri Spiridónov tiene 30 años y no puede moverse. Está dispuesto a someterse a una intervención sin precedentes por sus riesgos, que quiere llevar adelante un cirujano italiano.
Tiene 30 años, fuma puros, le gusta viajar y la serie "Game of Thrones" le da fuerzas para vivir: es Valeri Spiridónov, el ruso que está empeñado en someterse a un trasplante de cabeza sin precedentes.
"Me encanta fumar puros, pero no bebo alcohol porque quiero tener la mente despejada. Me gusta viajar y también los juegos de computadora, aunque intento jugar poco, sólo para seguir los avances tecnológicos", afirma Spiridónov sentado en la silla de ruedas que le acompañó durante toda su vida, desde que tiene uso de razón.
Aquejado de una atrofia muscular espinal (AME), una grave enfermedad genética degenerativa que le impide mover todos sus miembros salvo las manos y la cabeza, este ruso saltó a la fama cuando anunció hace un mes que será el primer humano en prestarse a una operación en la que su cabeza se trasplantaría a otro cuerpo.
El controvertido neurocirujano italiano Sergio Canevero, muy criticado por algunos compañeros de profesión, asegura haber desarrollado la técnica que permitiría unir la cabeza de Valeri con el cuerpo sano de un donante que haya sufrido muerte cerebral.
Canevero habría creado una sustancia llamada polietilenglicol, capaz de conectar la cabeza con las fibras nerviosas de la médula espinal de manera que el cerebro pueda transmitir órdenes al cuerpo y poner en movimiento sus órganos y extremidades.