"Rodríguez Saá, debería renunciar y dejar el poder como hizo Alfonsín", dijo Laborda Ibarra

El Diputado Provincial de mandato cumplido aseguró que le preocupa "mucho la transición" a raíz de los meses que restan para el traspaso de mando y recordó el último tramo del gobierno de Alfonsín cuando Carlos Menem había resultado electo y el poder del entonces presidente radical "quedó licuado".

"En San Luis tenemos un Gobernador electo (Claudio Poggi), que convoca a una transición ordenada, que su gobierno será de paz y encontramos a un Gobernador en función (Alberto Rodríguez Saá), que se mantiene en silencio y no felicita al nuevo mandatario al tiempo que aparecen contratos que buscan complicar la transición y la gobernabilidad, si no hay una reflexión de parte de Rodríguez Saá si persiste la irresponsabilidad, creo que habrá que pensar en términos de la sociedad civil y de las instituciones si sería conveniente la renuncia de Rodríguez Saá", planteó Laborda Ibarra.

El escribano, fundamentó su pronunciamiento al señalar que "hay una Ley nacional, 25716, que si bien es aplicable al régimen presidencial y como dicen los abogado por la vía  de la analogía jurídica se puede aplicar al caso local, además, el Artículo 153 de la Constitución Provincial habla del supuesto caso de acefalía total en la renuncia del Gobernador y el Vice, el mismo artículo prevé que la renuncia definitiva sea faltando menos de dos años para la finalización del mandato la asamblea legislativa designará de su seno al funcionario que cumpla el resto del mandato, la ley nacional prevé el mismo supuesto pero que si ya estuviera electo el Gobernador y el Vice sería quienes asuman. El caso de Menem es el mismo, ante la renuncia de Alfonsín cumpliendo el periodo restante del presidente saliente en 1989″.

"La irresponsabilidad democrática de Rodríguez Saá llegó a un punto en el que la sociedad civil debe decirle que ya está, que ya cumplió y que debe renunciar. Si el Gobernador quiere poner en riesgo el bienestar de los puntanos debe hacerse cargo, un día Alberto Rodríguez Saá enojado se obsesionó con Ponce en el año 1999 y buscó dividir la sociedad a modo de castigo por no votar a su candidato", reflexionó.

 

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