Cayó Mones Ruiz y Rodríguez Saá es el nuevo "pato rengo" de la política

El Vice no pudo y se bajó, el Gobernador jugó y perdió. La oposición, única ganadora en una batalla que involucró la división de poderes y la sucesión del gobierno.

Eduardo Mones Ruiz se recluyó durante dos meses, ni bien el gobierno anunció que enviaba el pliego al Senado para proponerlo como miembro del Superior Tribunal de Justica el Vicegobernador tomó distancia. El silencio del segundo en la línea de conducción del Ejecutivo permitió que la oposición impugnara hasta el hartazgo su figura, sus incompatibilidades y su idoneidad, durante ese tiempo esperó, en vano, que alguien del oficialismo saliera a respaldarlo, no sucedió hasta una semana antes de este jueves 7 de abril que quedará en la historia.

La maniobra pensada en soledad por parte de Mones Ruiz incluyó un papelón histórico para la figura, cada vez más deslucida, de Rodríguez Saá. El propio Gobernador expuso una frágil defensa en la Asamblea Legislativa, en un discurso vacío se tomó largos minutos para justificar la salida de un alfil del Ejecutivo en el macabro juego de un enfermizo poder. "Es un jurista brillante" dijo el mandatario, el sonoro cachetazo fue un estruendo en la reclusión estratégica de su Vice y una afrenta a su apabullada dignidad. Hoy, parece que la revancha, ese plato frío, llegó a la mesa del dirigente que hasta pocos meses atrás declinaba su lugar en la candidatura a Diputado Nacional para quedarse con las manos vacías. El certero golpe a la figura del Gobernador fue un puñal para su historia política, la cual contará que seis días después de una exposición en la Apertura de Sesiones Rodríguez Saá no pudo sostener a su candidato como Juez. Que este desertó para salvar algo de su imagen cubierta por el hollín que emana la caldera  en la que se transformó Terrazas del Portezuelo.

La historia habla de la expresión "pato rengo" al referirse a los gobernantes que, como Rodríguez Saá, están la última parte de su mandato y por tanto saben que no van a ser reelegidos. ¿Pero de dónde viene esa expresión?

No es hasta 1926, cuenta José Ignacio Torreblanca columnista de El País y profesor universitario, cuando se utiliza por primera vez la expresión "pato rengo" para llamar a un Presidente, en concreto al Presidente Calvin Coolidge, al que el periódico de Wisconsin Appleton Post-Crescent le dedicó una pieza llamada "Making a lame duck of Coolidge’.

Sin embargo es sabido que el primer uso atribuido es en la Bolsa de Londres en 1761 para describir a "un especulador que ha adquirido unas opciones de compra a las cuales no puede hacer frente" (Carta de Horace Walpole a Sir Horace Mann). En un mercado donde hay "Bulls" (toros, que apuestan al alza) y "Bears" (osos, que apuestan a la baja), un pato rengo aparece como alguien que no puede seguir al grupo y que, por tanto cae víctima de los depredadores. "Pato rengo" es pues la expresión coloquial (slang) de alguien que no paga sus deudas (un "defaulter").

Entonces, sin dudas, Rodríguez Saá es el nuevo "pato rengo" de la política, es presa de sus propios depredadores, de uno que eligió no seguirlo y poner un límite a la desmedida ambición. Le caben al Gobernador las generales de la definición al ser un reconocido "defaulter", fue quien comando la cesación de pagos del país en la voz de su hermano en diciembre de 2001 y el que proponía la misma receta semanas atrás en la discusión por el acuerdo con el FMI.

Rodríguez Saá será un rengo de poder hasta el año próximo, perdió el paso firme, fue expuesto por su figura más cercana en el poder y la oposición pudo doblegarlo y en pocos meses le ganó dos elecciones y le bajó al Vicegobernador de la Justicia. Mucha pérdida para un hombre que hizo de la especulación su forma de gobernar y un generador constante de deuda, no sólo monetaria sino social, la más grave de sus variantes.

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