Cientos de personas llegaron desde la madrugada a la Caja Social para anotarse a los "microcreditos" pero les cerraron las puertas pese al anuncio del Gobernador.
"Juegan con nosotros, se ríen. Hay pobreza y no tenemos nada", contó una de las tantas mujeres que llegó con sus hijos para recibir los $50.000 anunciados por Rodríguez Saá. Pese a que fue promovida la inscripción no fueron anotados en ningún registro.
Cansados de esperar, un grupo de personas encendió unas bolsas de basura frente a la puerta del edificio en la calle Lavalle.