El Gobierno quiere discutir con el FMI cómo llegar al déficit cero

El camino hacia la reducción del déficit será uno de los temas centrales de la visita de revisión del Fondo Monetario Internacional que comienza la semana que viene.

El capítulo fiscal será uno de los platos fuertes de los encuentros que tendrán los funcionarios del Ministerio de Hacienda con los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI), comandados por Roberto Cardarelli, que llegarán el 11 de este mes a Buenos Aires para revisar la marcha de la economía argentina.

Llegar al déficit cero este año fue uno de los objetivos plasmados en el programa acordado con el organismo y el Gobierno mantiene su firme compromiso de cumplirlo, pese a las advertencias de muchos economistas que alertan sobre las dificultades para alcanzar esa meta. Sin embargo, en la cartera que dirige Nicolás Dujovne se esmeran por aclarar que a partir de la semana próxima, discutirán con los técnicos del Fondo de qué forma alcanzar ese déficit cero.

Por lo pronto, la meta de superávit primario de $ 6.000 millones para el primer trimestre del año consensuada con el organismo será cumplible holgadamente, dijeron en Hacienda; lo que deberán negociar ahora es qué meta fijar para el semestre. Y será ésa el principal debate que tendrán con el Fondo, ya que temen que desde el organismo insistan en alcanzar un superávit mayor al que Economía presentará como posible. El número que esbozan los funcionarios oscila entre los $20.000 y los $30.000 millones de superávit para el semestre, lo cual luce algo bajo si se tiene en cuenta que el último trimestre del año, y más que nada diciembre, suele ser deficitario.

"Es lo máximo a lo que nos podemos comprometer porque si bien contamos con los recursos de la cosecha gruesa, también en junio hay mucho gasto de aguinaldo y jubilaciones por la movilidad", le dijo una fuente de Hacienda a Infobae.

Sin embargo, el equipo de Dujovne buscará convencer al FMI de que en los próximos meses se logrará generar el colchón de recursos suficiente como para afrontar el rojo de diciembre –estimado entre 90.000 a 100.000 millones de pesos- y alcanzar el déficit cero a fin de año. Cuentan con que julio es un mes estacionalmente alto en materia de recaudación y que entrarán, a partir de mayo y de forma creciente, los fondos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) para cubrir los pagos de la Reparación Histórica.

Consultado el economista del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Ariel Barraud, manifestó a Infobae que "la clave vuelve a ser el gasto porque la mitad son jubilaciones y asignaciones, que ajustan por movilidad".

"En cuanto a los salarios, si el Gobierno logra frenar la inflación, seguramente habrá alguna recuperación por la pérdida que tuvieron el año pasado, por lo que lo que fue positivo para las finanzas públicas en 2018, ahora se hace más difícil la reducción del gasto, en un año donde necesitás hacerlo para llegar al déficit 0″, remarcó el economista. Desde el punto de vista de los ingresos, "debe reactivarse la economía y crecer fuerte las exportaciones", añadió Barraud.

Desde IARAF creen que el número de superávit proyectado por el Gobierno como idea de meta para el primer semestre "no va a lucir muy holgado", ya que es "en el segundo trimestre donde tenés que generar un fuerte superávit para luego mantenerlo en el tercero y cubrir el déficit del último". Para el Barraud, el Tesoro debería conseguir un colchón de entre 0,5% y 1 punto del PBI para lograr el tan ambicioso objetivo fiscal.

Para Marina Dal Poggetto, de EcoGo, "es muy difícil la meta de este año, pero el Gobierno va a mostrar cumplimiento hasta las elecciones". "Es muy agresiva la baja del gasto público en un año electoral, pero no dudo de que van a fijarse metas cumplibles", aseguró la economista.

Dal Poggetto remarcó que el problema es que si el Gobierno logra la desaceleración de la inflación, los recursos acompañan esa menor inflación, con caída de actividad, y gran parte de los gastos están atados a inflación pasada, como las jubilaciones y las asignaciones. Según un cálculo realizado por la consultora, con los recursos tributarios creciendo al 41% (básicamente por retenciones) y prestaciones sociales, al 38,5%, el resto del gasto se tiene que mantener estable nominalmente, lo cual luce algo difícil.

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