Las propiedades medicinales de la jarilla fueron aprovechadas por investigadores del Conicet y un laboratorio nacional.
La jarilla se encuentra especialmente en el centro oeste argentino. Para asegurar la disponibilidad del recurso genético, se está realizando un relevamiento de este arbusto en nuestra povincia, como también en Córdoba y Mendoza.
Las propiedades medicinales de la jarilla se conocen desde la época de los pueblos originarios. Hace 20 años, científicos del Conicet se propusieron estudiar esta planta para validar científicamente estas cualidades. Finalmente, gracias al trabajo de Claudia Anesini y su equipo se logró determinar la eficacia para su uso en afecciones relacionadas a la caída del cabello. El Conicet logró obtener la patente y luego transfirió al Laboratorio Garré Guevara que comenzó con la producción de la línea Ecohair, hace cinco años.
Ahora, esta marca de productos para el tratamiento de la calvicie desarrollada en forma conjunta por investigadores del CONICET y el citado laboratorio argentino fue presentada oficialmente en el Reino Unido. La acción terapéutica de este fitocosmético se basa en las propiedades de la Larrea divaricata o jarilla hembra, un arbusto presente en diversas regiones áridas de la Argentina.
El producto se exporta a Reino Unido desde abril, mediante la plataforma de comercio electrónico PHL (Prevention Hair Loss). Proyectan ventas por 18 mil unidades para mediados de 2019, por un valor cercano a las 100.000 libras (US$ 140.000).
El lanzamiento oficial del portal web se llevó a cabo en la Embajada argentina en Londres y en la sede central de PHL en Southampton, los días 26 y 27 de septiembre respectivamente.
Durante la recepción ofrecida en la capital inglesa, el titular del laboratorio nacional, Sergio Garré, señaló: "Estamos muy felices de haber desembarcado con productos de altísimo valor agregado, desarrollados e investigados 100 por ciento en la Argentina, y que éstos cumplan con las máximas exigencias y normativas del mercado europeo. Es un logro que representa la sinergia entre el sector público y privado, a través de años de investigación del CONICET, sumado al conocimiento de los pueblos originarios, y el talento de los investigadores de nuestro equipo".
Este trabajo se lleva a cabo en colaboración con el Instituto Botánico Darwinion, y está siendo financiado en su totalidad por la empresa.
La investigación busca comprender la biología de la jarilla, e identificar las variedades silvestres que presenten los mejores contenidos de principios activos. Ello permitiría darle sustentabilidad a la producción y comercialización de la línea de recuperación capilar ECOHAIR y otros proyectos de innovación en los que se está trabajando.
Cristian Desmarchelier, científico del CONICET y uno de los responsables de este desarrollo, destacó que "se puso en valor un recurso genético que aparentemente no tenía ningún valor, como el de la jarilla –que es una planta que crece en las zonas áridas del oeste de nuestro país–, y se transformó en un producto premium gracias a la ciencia y la tecnología".