Según diversos estudios, la inteligencia se hereda de la madre

Para llegar a este sorprendente hallazgo, los investigadores trabajaron con embriones de ratones modificados para reproducir, solamente, los genes de la madre o los del padre. No obstante, cuando los científicos trasladaron los embriones al útero de un ratón hembra para que pudieran seguir desarrollándose, éstos murieron.

De este modo, los investigadores se dieron cuenta de que existen genes condicionados que solamente activan cuando son heredados por vía materna, y que son imprescindibles para el desarrollo y la supervivencia del embrión. Con los embriones que eran copias genéticas de los padres ocurría algo distinto: sus genes eran cruciales para el crecimiento de los tejidos placentarios. También murieron.

La hipótesis era clara: si esos genes en concreto eran tan sumamente esenciales para el desarrollo (y la supervivencia) del embrión, sería razonable pensar que serían genes con grandes responsabilidades en el funcionamiento orgánico de los animales y los seres humanos, y tal vez podrían guardar una relación fuerte con ciertas funciones cerebrales. Una hipótesis que, después de sucesivos estudios aislando variables, fue validada.

Ratones con cabezas asombrosamente grandes
Los ratones que contaban con una proporción mayor de genes maternos desarrollaban un encéfalo anormalmente grande, y sin embargo su cuerpo era muy menudo. Por contra, los ratones con genes paternos tenían una cabeza diminuta y el cuerpo hiperdesarrollado.

A medida que los científicos fueron detectando cuáles genes eran provenientes de la madre y cuáles del padre, identificaron a su vez varias células que solo contenían genes maternos o paternos en distintas áreas cerebrales que rigen diferentes funciones y procesos cognitivos, como la inteligencia o la memoria.

Los científicos no hallaron ninguna célula paterna en la corteza cerebral, donde se ubican las estructuras que nos permiten tener funciones cognitivas complejas, tales como la inteligencia, la toma de decisiones, el lenguaje y otras habilidades.

Predictor del cociente intelectual
Todos los anteriores estudios son muy interesantes y dan con claves específicas de la relación entre los genes de la madre y la inteligencia. No obstante, uno de los estudios más reveladores es el análisis longitudinal realizado en el Medical Research Council Social and Public Health Sciences Unit de EEUU.

A lo largo de un largo período de tiempo, 12.000 jóvenes entre los 13 y los 22 años fueron entrevistados anualmente. Analizando distintas variables sobre los individuos, como el color de piel o el nivel sociocultural y económico, descubrieron que el indicador que mejor predijo la inteligencia de cada sujeto fue el C.I. de su madre.

¿Qué porcentaje de la inteligencia se hereda?
Pero, ¿realmente se hereda la inteligencia? ¿En qué proporción es así? Se suele hablar de que entre un 45 y un 55% de la inteligencia viene escrita en los genes. Esto nos da a entender que también hay una parte significativa, aproximadamente la mitad, que se desarrolla si los condicionantes familiares, sociales y personales son buenos.

Y es que cabe recordar que la inteligencia no es otra cosa que la capacidad que tenemos los seres humanos para solucionar problemas. No hay una zona específica del cerebro encargada de resolver problemas, sino que es todo nuestro cerebro en su conjunto el que funciona globalmente para abordar cualquier tarea que precise de un esfuerzo de nuestras habilidades cognitivas. Además, para más embrollo, no solo usamos el pensamiento racional para estos fines, sino que también entran en juego el pensamiento heurístico, la intuición y las emociones, que suelen estar más relacionadas con la herencia genética del padre.

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