El FPV no daría quórum y pretende impulsar una consulta popular por los Buitres

Tras días llenos de tensiones internas, los distintos sectores del bloque de diputados del Frente para la Victoria (FPV) convinieron ayer una estrategia común para encarar el debate por el acuerdo con los fondos buitre: no darán quórum, pero participarán de la discusión en el recinto.

La fórmula de consenso, una tregua frágil que logró contener a los diputados que habían manifestado su intención de dar quórum, pero que no acalla la discusión interna, regalará una postal exótica. Todos los integrantes de la bancada que preside Héctor Recalde bajarán al recinto, pero se quedarán parados al lado de sus bancas, a la espera de que el oficialismo reúna el quórum. Superada esa instancia, rechazarán el proyecto del Gobierno y defenderán el dictamen de minoría, elaborado por el ex ministro de Economía Axel Kicillof.

La estrategia se completa con el pedido de convocar a una consulta popular, en términos del artículo 40 de la Constitución, para que la ciudadanía se exprese respecto del acuerdo con los fondos buitre.

"El Gobierno va a tener que decidir si quiere escuchar al pueblo o no", sostuvo Recalde, en una conferencia de prensa que reunió a unos 40 diputados. La propuesta, similar a las lanzadas en los últimos días por el Frente de Izquierda y por Patria Grande, se va a traducir en un proyecto de ley, sin posibilidades de avanzar.

La reunión del bloque había generado gran expectativa por declaraciones del ex gobernador de San Juan José Luis Gioja, difundidas durante la mañana de ayer, en las que afirmaba que había que dar quórum. "No tenemos que hacer lo mismo que nos hacían a nosotros", justificó, según el diario Tiempo de San Juan. El diputado se alineaba así con la posición de gobernadores del PJ, que habían hecho pedidos públicos para que se aprobara el acuerdo.

Por un "problema de salud", Gioja no participó de la conferencia de prensa, pero sí estuvo Héctor Tomas, un diputado de San Juan que le responde. "Lo que dijo Gioja es que hay que bajar al recinto para dar el debate", sostuvo, en una esquina de la mesa en la que Recalde hizo los anuncios. En esa primera fila también estaban Kicillof, Nilda Garré, Teresa García y el formoseño Luis Basterra, vicepresidente de la bancada. La posición del ex gobernador de San Juan es que la batalla por el quórum es inconducente, dado que el oficialismo tiene mayoría.

"El quórum es un problema del oficialismo", se desentendió Recalde. E insistió en que lo importante era debatir la propuesta del Gobierno. El dictamen del FPV propone acordar con los fondos buitre, pero en las mismas condiciones de los bonistas que entraron en los canjes de deuda de 2005 y 2010. De esa forma, según destacó Kicillof, se evitaría el riesgo de exponer al país a demandas del 93 por ciento de los bonistas que entraron en los canjes. "El riesgo del acuerdo que propone el oficialismo es de 400.000 millones de dólares y va a hacer que las tasas se mantengan altas", argumentó el ex ministro.

Pese al acuerdo alcanzado sobre la fórmula para no dar quórum, la discusión interna en el FPV sigue encendida. Durante la reunión de bloque Maurice Closs, ex gobernador de Misiones, llevó las preocupaciones de los mandatarios provinciales. ¿De qué sirve que no demos quórum y que votemos todos en contra si después esto se termina aprobando en el Senado?, fue el planteo que, palabras más, palabras menos, tiró sobre la mesa.

Ésa es la división de fondo que subsiste en el FPV. Por presión de los gobernadores, muchos senadores ven con buenos ojos la aprobación del proyecto. Lo justifican en la necesidad que tienen las provincias de acceder al crédito internacional, un canal que hoy tienen cerrado por la falta de acuerdo con los holdouts. El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, otro de los que habían pedido dar quórum, aceptó ayer que los cinco diputados del FPV de su provincia se encolumnen detrás de la estrategia del bloque.

Con el acuerdo de ayer, los diputados del FPV resolvieron sólo el primer dilema que se les presentaba para mantener la unidad. Lo que pase después dependerá también del resultado de la reunión que los gobernadores tendrán hoy en la Casa Rosada.

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