En un fastuoso desfile militar, Kim Jong-un dijo que está listo para la guerra con EE.UU.
El líder norcoreano brindó un discurso más belicoso que lo normal en la celebración por el el 70 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores, en su primera intervención pública en dos años y medio.
Miles de soldados desfilaron al paso de la oca en la plaza Kim Il-Sung, en el centro de Pyongyang, seguidos por tanques, otros vehículos blindados y misiles.
Con traje oscuro de cuello mao, el dirigente norcoreano pronunció un discurso más belicoso de lo que acostumbra, afirmando que su país está preparado para afrontar cualquier amenaza procedente de Washington.
Nuestro partido proclama con determinación que nuestras fuerzas armadas revolucionarias son capaces de enfrentarse a cualquier guerra provocada por EE.UU.""
Kim Jong-un
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"Hoy, nuestro partido proclama con determinación que nuestras fuerzas armadas revolucionarias son capaces de enfrentarse a cualquier guerra provocada por Estados Unidos, y que estamos preparados para proteger a nuestro pueblo y el cielo azul de nuestra patria", afirmó el dirigente norcoreano.
El desfile era en homenaje al partido único de inspiración marxista-leninista que reina con tres generaciones de una misma familia, considerada la única dinastía comunista de la Historia.
"El Partido de los Trabajadores de Corea es un partido invencible que forma un todo con el pueblo", añadió el líder norcoreano en un discurso de 30 minutos, interrumpido por salvas de aplausos de decenas de miles de personas.
El enigmático líder no ha escatimado en elogios para los norcoreanos, calificándolos de "fuente del milagro" que ha permitido al país transformarse en un "poderoso Estado socialista, independiente y autónomo en materia de defensa".
Desde que llegó al poder en diciembre de 2011, Kim solo había hablado en público en abril de 2012 con motivo del centenario del nacimiento de su abuelo, el "presidente eterno" Kim Il-sung.
El joven dictador estuvo acompañado por altas autoridades políticas en el palco, donde destacó la presencia de su hermana Kim Yo-jong, de 29 años, considerada una figura emergente en la nueva era de la dinastía estalinista, y también del vicemariscal Hwang Pyong-so, número dos del régimen.
También ocupó un lugar preeminente junto al "líder supremo" el jefe de propaganda chino y número 5 de la jerarquía de poder de Pekín, Liu Yunshan, que previamente mantuvo una reunión con Kim en la que ambos estrecharon los lazos bilaterales.