Rodríguez Saá "ya no es bienvenido en ningún lugar relevante", analizó el sitio La Política On Line después de que el Senador fuera desplazado de la Comisión de Decretos, lugar clave en la Cámara Alta.
La senadora Cristina Fiore Viñuales, aliada de Urtubey en Salta, se sumó a la bicameral encargada de tratar los decretos de Macri y dejó sin lugar a Adolfo Rodríguez Saá, enemigo declarado de la Casa Rosada.
Como anticipó LPO, el Gobierno ya se había asegurado la mitad de sus miembros con una maniobra de Emilio Monzó, que designó a 5 de los 8 diputados de Cambiemos, aun cuando reúne el 41% del recinto. Lo justificó en el sistema D’hont, fórmula utilizada para repartir bancas en las elecciones pero no cargos en la comisión, al menos esta este año.
Gabriela Michetti fue más cauta pero no menos táctica. Nombró a 3 senadores propios (Luis Naidenoff, Silvia Giacoppo y Néstor Braillard Pocard), 3 del PJ (Guillermo Snopek, Daniel Lovera y Teresa González) y un kirchnerista (Anabel Fernández Sagasti). Y sus espadas legislativas hicieron finas gestiones para que el octavo lugar no recaiga en una figura hostil.
Optaron a Fiore Viñuales, que reemplazó a Rodríguez Saá, histórico miembro de la bicameralen representación del interbloque federal, un grupo de peronistas que siempre se apartó de Miguel Pichetto. Su enfrentamiento con Macri y su inesperada alianza con Cristina Kirchner comenzaron a costarle.
Por reglamento, la integración de las comisiones las definen los jefes de los bloques en función de la proporción de cada fuerza en el recinto, un criterio que en este caso fue reinterpretado a gusto con la complicidad de los presidentes de ambas Cámaras, encargados de formalizar los nombramientos por decreto.
Fiore Viñuales abre otra polémica: integra un monobloque, por lo tanto, no hay cálculo proporcional capaz de justificar su llegada a la bicameral. De hecho, aun sin oficializar un frente más grande, Rodríguez Saá, de mínima, tiene un bloque de dos junto a su coterránea, María Eugenia Catalfamo. Pero ya no es bienvenido en ningún lugar relevante.
La bicameral de trámite legislativo debe definir la viabilidad de los decretos presidenciales y si no lo hace 10 días después de ser notificada el Congreso puede anularlos, aunque sólo si ambas Cámaras lo deciden. Nunca ocurrió, pero Macri soportó más de una decena de dictámenes en contra en estos dos años y no quiere esos contratiempos con su nueva tanda de DNUs.
Podrá evitarlo al dominan el quórum con la mitad de los votos y mucho más si alinea a Fiore Viñuales. Ex diputada, llegó al Senado en 2013 junto a Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador, se enroló en el bloque FpV-PJ y en 2016, con Macri acomodándose en la Casa Rosada, armó un monobloque, llamado Pares.
Casi siempre votó en sintonía con sus ex compañeros, pero aún así en diciembre no se sumó al interbloque Justicialista que armó Pichetto para aislar a Cristina Kirchner. Igual, Cambiemos le garantizó un cargo clave.