San Luis: La mitad de niños y adolescentes presentan malnutrición, según un informe de 1013 casos

El informe elaborado por Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) detalla la grave problemática de los recién nacidos hasta los 19 años de vida. El relevamiento se realizó en 1013 casos de niños y adolescentes que asisten a comedores y copas de leche, ubicados en barrios en situación de alta vulnerabilidad socio-sanitaria.

Los indicadores dados a conocer por la organización Barrios de Pie en conjunto con el ISEPCI arrojan datos alarmantes sobre la nutrición de la franja etaria más joven de la sociedad sanluiseña.

“Sobre un total de 893 niños, niñas y adolescentes de 2 a 19 años, sin discriminar grupo etario, según el IMC, el 46%, 413 n/a, se encuentran en alguna de las variantes de malnutrición, destacando la preeminencia de los indicadores por exceso, sobrepeso 20% (185 n/a) y obesidad 23% (203 n/a), que superan significativamente al indicador por déficit alimentario, ya que en bajo peso encontramos un 3% (25 n/a)”, reza el informe dado a conocer este lunes a la sociedad.

Para un total de 120 lactantes, de 0 a 2 años, el 33% (40 n), presentan malnutrición: por déficit 3% de bajo peso, mientras que los indicadores por exceso presentan un 13% de sobrepeso y 17% de obesidad. También aparecen un 14% que presentan baja talla para su edad.

La población ha sido organizada en 4 grupos etarios: lactantes de 0 a 2 años (120n), primera infancia de 2 a 6 años (350n), segunda infancia de 6 a 10 (243n) y adolescencia de 10 a 19 años (300 a).

Para el informe se construyeron tres indicadores antropométricos: Índice de Masa Corporal (IMC) para 893 n/a de 2 a 19 años; Talla/Edad a todos los n/a de 0 a 19 años, 1013n/a y Peso/edad, para 120 lactantes de 0 a 2 años.

En la pesquisa se detalla que “al analizar el total de niños y adolescentes relevados de 2 a 19 años sin discriminar grupo etario, observamos que presentan malnutrición en sus diferentes variantes el 46% 413 n/a: 25 n/a el 3% bajo peso, 185 n/a el 20% sobrepeso, 203 n/a el 23% obesidad”.

“Se destaca también la presencia de 17 n/a, el 2% en riesgo de bajo peso. Para el indicador talla/edad, la baja talla (percentilo -3) se ubica en el 4%, 36n/a, presentan acortamiento para su edad y un 6% 52 n/a presentan riesgo de baja talla (percentilo 3)”.
En un dato más específico el relevamiento arrojó que “en la primera infancia, de 2 a 6 años, de un total de 350 niños, presentan malnutrición según el IMC/edad el 47%, 164n estarían afectados por algunas de las variantes de malnutrición. Aparece un 3% bajo peso (10n), 24% de sobrepeso (83n), 20% de obesidad (71 n/a). Además, se ubican en riesgo de bajo peso el 2% de los niños (7n)”.
“Para el indicador Talla/Edad aparece con preocupación un 7% de baja talla (23n en Pc -3) y un 10% de riesgo de baja talla (36n en Pc 3), lo que estaría dando cuenta que estos niños hace tiempo que están recibiendo alimentación inadecuada limitando preocupantemente su salud integral”.

Segunda infancia

En este aspecto el informe arroja que en la segunda infancia, de 6 a 10 años, de un total de 243 n, la malnutrición alcanza al 49%, 120 n presentan algunas de las variantes de malnutrición, 3% (7n) bajo peso, 18% (45n) sobrepeso, 28% (68n) obesidad. Se ubican en riesgo de bajo peso el 2% de lxs niños (5n).
Se enciende una alerta ya que se trata de niños escolarizados, que en su mayoría acuden a comedores escolares.
No resulta significativa la presencia de acortamiento en este grupo etario, 2% de baja talla (4n en Pc -3) y un 1% de riesgo de baja talla (3n en Pc 3).

Adolescentes de 10 a 19 años

Sobre un total de 300 a, se registra un 43%, 129a se encuentran en alguna de las variantes de malnutrición, un 3% (8n) en bajo peso, 19% (57n) en sobrepeso, y 21% (64n) en obesidad. Se ubican en riesgo de bajo peso el 2% de los niños (5n).
En relación al indicador Talla/edad la baja talla, está presente en un 3% de los adolescentes medidos (9a en Pc -3), mientras que un 4% está en riesgo de baja talla (13a en Pc 3).

En las conclusiones el estudio destaca que “Surge aquí una doble preocupación, en primer lugar la alimentación del grupo familiar en cantidad y calidad adecuada, ocupa un aspecto a resolver, ya que las dificultades para acceder a la canasta básica de alimentos, aparece en la cotidianeidad, como una cruda realidad, y según refieren las madres han visto disminuido significativamente el consumo de lácteos, frutas y carnes, debido al constante aumento de los precios.

La dieta familiar está constituida principalmente por hidratos de carbono y grasas, en detrimento de las proteínas necesarias, lo que marca fundamentalmente la alimentación de niños ubicados en la lactancia y primera infancia, que comparten la misma alimentación que los adultos.

Consultadas las madres de los niños relevados expresan con angustia que la carencia de ingresos suficientes las ha llevado a cocinar solo por la noche, suprimiendo el almuerzo, con comidas en calidad y cantidad menores, desapareciendo casi totalmente la alimentación especial para los niños de 2 a 6 años”.

Informe completo en PDF

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