Por estas horas analiza, en Roma, junto a su hermano Alberto si participa o no de la elección. Las encuestas no lo acompañan y esto sería determinante para el futuro del veterano dirigente.
Hace 20 días, este medio anticipaba que Adolfo no estaba convencido de participar en la próxima elección. Con el correr de las horas y con las fechas para presentar candidatos cada vez mas cerca el mayor de los Rodríguez Saá insiste en postergar la pela de fondo con Claudio Poggi.
En Europa, lejos del frío que predomina en el país y particularmente en San Luis, los hermanos Adolfo y Alberto miran encuestan. El Senador repite una y otra vez que teme perder la elección legislativa de Octubre e insiste en ser candidato a Gobernador en 2019.
Adolfo fundamenta sus dudas en la postura de la oposición, la posibilidad de que Poggi participe con sello propio, tras el reconocimiento de la Justicia Electoral Provincial para Avanzar San Luis, y el armado de un gran frente electoral que lo tendría a la cabeza para la primera gran batalla aumenta el temor del legislador.
Por su parte, Alberto cree todo lo contrario. Para el actual mandatario provincial la mejor figura del oficialismo para la senaduría es su hermano e intenta convencerlo de presentarse y dar una digna batalla, entiende que Adolfo es el único que puede achicar la enorme brecha que tiene Pogi en las encuestas, que no presentarse es una derrota anticipada de 2019 y que la tendencia sería irreversible.
En medio de la discusión y del miedo de Adolfo, la salida que propone el Senador es ser el Jefe de Gabinete de Alberto el año próximo y aprovechar su lugar de privilegio en el gobierno para frenar a Poggi en la carrera hacia la gobernación.
Los días pasan, la fecha para presentar candidatos esta cada vez más ceca y Adolfo quiere esquivar una caída, Alberto entiende que la pelea tiene que darla este año o echar a perder todo el poder construido hasta el momento. La decisión de Adolfo es la más esperada en el oficialismo provincial.