El descenso fue provocado por la suba en el precio de las naftas y la fuerte caída de la actividad petrolera, aseguró este domingo la federación de empresarios del sector.
"Uno de los factores centrales de este descenso hay que buscarlo en la caída de los niveles de venta del gasoil, que registró uno de los volúmenes más bajos de los últimos años", apuntó la dirigente de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (Fecra), Rosario Sica.
La entidad cita datos publicados por el Ministerio de Energía y Minería según los cuales durante el año pasado se vendieron 406.810 metros cúbicos menos de combustibles que durante 2015, lo cual marcó uno de los niveles más bajos del último lustro.
"Los registros marcan prácticamente un retorno a los niveles de consumo de 2014, el punto mínimo desde 2012″, sostuvo Fecra.
El total de las ventas, representadas por gasoil grado 2 y 3 y de las naftas súper y Premium, los más demandados en Argentina, totalizaron el año pasado 15,4 millones de m3 frente a los 15,8 millones de m3 regristrados en 2015.
Sica remarcó que las razones de este comportamiento hay que buscarlas en la economía real y las políticas del gobierno en materia de tarifas.
"El fuerte aumento en el precio de los combustibles y el saldo negativo en cuanto al desempeño de la economía en 2016 impactó de lleno en los niveles de comercialización que tenemos los estacioneros de todo el país", sostuvo la dirigente de Fecra.
"Estos datos no hacen más que alertarnos sobre lo que puede pasar de continuar un desempeño tan magro en materia económica para este año, sumado a una política de precios del combustible que muchas veces se hace impagable por parte del público consumidor", puntualizó.
En la discriminación por segmento, los combustibles diesel (gasoil grado 2 y grado 3), consumidos principalmente en el agro, transporte e industria, experimentaron en 2016 un retroceso del 6,5% con respecto a 2015.
Para el gasoil grado 2 o "común", que suele ser utilizado principalmente por los transportistas camioneros, la caída fue de casi 10%, ya que en 2016 el consumo fue de 5,3 millones de m3, versus 5,9 millones en 2015.
"Imposibilitados de pagar los numerosos incrementos en los servicios públicos y con el aumento del costo de vida, numerosas familias en todo el país han dejado de utilizar el auto como medio de transporte habitual para recortar gastos y así nivelar sus finanzas domésticas", puntualizó Sica.