Rodríguez Saá: El tramposo que no pierde las mañas, ahora se niega a reglamentar la ley para las elecciones

El Gobernador está cerca de dejar el poder pero lejos de perder las mañas de siempre. Ahora no reglamenta la Ley para votar el 11 de junio, años atrás daba clases públicas de cómo hacer trampa en las elecciones.

Con el estilo que más le gusta, el de la avivada, el del desconcierto para sacar provecho a cada paso, así se despide Rodríguez Saá con la lógica que lo acompañó durante 40 años de vida política.

Durante la dictadura fue un buchón de los genocidas, en la democracia se apropió de los resortes de la constitución para manejar los hilos de los poderes del Estado a su antojo, en el retiro elige ser fiel a su corroída vida política. El Gobernador aún no reglamenta la ley para las elecciones, a 5 meses del acto se desconocen temas sensibles para saber  cómo y quiénes pueden dar la contienda electoral.

La historia tiene reservada para Alberto Rodríguez Saá el lugar más oscuro de los dirigentes, el de los que sembraron pobreza y atraso para conseguir un bienestar económico personal a merced del pueblo. Ese mismo personaje, con el último aliento de su vida política se recuesta en la trampa, en el engaño, desde la oscuridad da señales a cuentagotas de las elecciones. Recurrió a la Ley de Lemas, un sistema mañoso que le permite embrollar el más importante acto de participación pública. Anunció en su partido la fecha de las elecciones antes de darla a conocer desde su función ejecutiva como figura máxima del gobierno, como para citar algunas anomalías de sus últimas jugadas.

Que Rodríguez Saá actué de esta manera es consecuente con su historia, basta repasar declaraciones como las que vertía años atrás cuando explicaba, a modo de maestro en el tema, cómo hacer trampa en un proceso electoral. "Hay muchas formas de cambiar los resultados. Primero, se puede llenar la urna antes. Segundo, pueden meter más boletas después del cierre de los comicios. Tercero, pueden firmar los certificados de cada urna y después cambiarlos. Cuarto, generar demoras en los centros de cómputos al cargar los datos para hacer coincidir el resultado definitivo con las bocas de urna pagadas que salen en los medios aliados del gobierno", decía muy libre de cuerpo. Cabe señalar, en honor a la verdad, que por todas estas prácticas fue denunciado durante las últimas décadas.

 

 

DEJA TU COMENTARIO