El presidente norteamericano busca adquirir los derechos "solo para Estados Unidos". El gobierno de Angela Merkel negocia con la biofarmacéutica para impedirlo.
En plena pandemia del coronavirus, el presidente Donald Trump le hizo una importante oferta económica a una empresa alemana para que Estados Unidos adquiera el derecho exclusivo de una potencial vacuna. De esta forma, busca poner un freno al avance de la enfermedad en el país, donde ya infectó a más de 3000 personas y causó 60 muertes.
De acuerdo con el diario alemán Welt am Sonntag, Trump tentó con "elevados incentivos económicos" a la empresa biofarmacéutica CureVac, ubicada en la ciudad de Tubinga, que actualmente trabaja en la fabricación de una vacuna contra el coronavirus en colaboración con el Instituto Paul Ehrlich para Vacunas y Medicamentos Biomédicos, dependiente del Ministerio de Sanidad alemán.
Ante este escenario, y según fuentes cercanas al Gobierno alemán, representantes del Gobierno de Ángela Merkel habrían comenzado una serie de negociaciones con CureVac para evitar que Trump adquiera los derechos exclusivos de una potencial vacuna, informó el citado medio en un artículo reciente.
En este sentido, agregaron que el mandatario norteamericano está haciendo "todo lo posible" por conseguir los derechos para Estados Unidos en exclusiva.
Por su parte, desde el Ministerio de Sanidad del país europeo expresaron que el Gobierno "está muy interesado en que se desarrollen vacunas y principios activos contra el nuevo coronavirus también en Alemania y en el resto del continente", por lo que iniciaron intensivas conversaciones con la firma CureVac. Sin embargo, la biofarmacéutica rechazó hacer declaraciones sobre este supuesta "disputa comercial".
En su página de internet, CureVac, que cuenta también con sedes en Fráncfort y en Boston (Estados Unidos), informó el 3 de marzo en un comunicado acerca de una reunión entre su entonces director ejecutivo, Daniel Menichella, con Trump para hablar sobre las posibilidades de desarrollo de una vacuna contra el coronavirus.
Del encuentro, que se había celebrado el día anterior, también participaron el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, miembros del grupo de trabajo sobre el coronavirus y altos ejecutivos del sector farmacéutico y biotecnológico. Durante el mismo, se abordaron las estrategias y posibilidades para un rápido desarrollo y producción de una vacuna.
En el mismo comunicado, el laboratorio alemán dijo confiar en su capacidad para desarrollar una vacuna en el plazo de unos meses y afirmó que espera comenzar con los ensayos clínicos a principios de este verano.