Se trata de Mariví Lavandeira, esposa del Intendente, la mujer fuerte dentro de la Municipalidad. La que toma las decisiones de fondo. "Todos obedecen, incluido el marido que hace lo que ella dice", aseguran en el edificio municipal.
Mariví se transformó desde el pasado 10 de diciembre en "La Jefa" o "La Giselita" (en honor a Gisela Vatalitis), así la llaman los funcionarios y colaboradores cercanos en el gabinete municipal. Resulta que la esposa de Tamayo, hermana Sebastian, Secretario de Logística del Gobierno provincial, es la que dicta las órdenes en la Municipalidad.
"Entra y sale del despacho como si fuera la habitación matrimonial", aseguró un estrecho auxiliar del jefe comunal. "Es la jefa, increpa a los funcionarios y las cosas se hacen como ella se las sugiere a su marido", agregó.
Durante este lunes, en el inicio de las sesiones ordinarias en el Concejo Deliberante, Mariví se sentó en primera fila junto a la Jefa de Gabinete de Rodríguez Saá. Desde allí siguió el discurso y compartió una risa cómplice con Zabala Chacur cuando su esposo ensayó un increíble llanto acusando a la prensa de "desinformar".
Según quienes conocen los movimientos en el poder municipal, Lavandeira tiene una personalidad fuerte, es inteligente y es la que conduce. Sería una suerte de Gisela Vartalitis, la esposa de Adolfo, quien digita los destinos políticos del longevo dirigente. Mujeres con decisión y poder detrás de maridos con altos cargos públicos.