Este miércoles la Cámara alta aprobó la llamada Ley Micaela, que busca erradicar la violencia hacia la mujer. Adolfo se quedó en San Luis, tomando mates con Gisela. La postura del dirigente se da en medio de versiones que lo acusan de violencia verbal hacia el personal del Senado y que señalan a gente de su entorno como violentos.
Pretende gobernar San Luis sin trabajar ni luchar por los derechos y garantías de la mujer, así Adolfo continúa en su campaña. El Senado de la Nación consiguió debatir y aprobar la Ley Micaela. La misma prevé la formación y capacitación con perspectiva de género del personal que se desempeña en los tres poderes del Estado. Creación del Programa Nacional Permanente de Capacitación Institucional en Género y Violencia contra las Mujeres. Capacitación de las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías, en forma permanente o transitoria; en cargos electivos, por concurso o por cualquier otro medio legal de contratación.
Mientras el país daba este paso fundamental Adolfo posteaba en redes sociales una foto junto a su esposa, disfrutando de mates en la mansión de Potrero de los Funes. Al mismo tiempo crecen las versiones que sindican al legislador como un "maltratador" , sus constantes ataques de ira serían denunciados por las trabajadoras del Senado, del mismo modo, gente de su entorno, fue denunciada públicamente por actos de violencia hacia la mujer.