Según los expertos, estamos viviendo "la sexta extinción masiva de especies" (la última y más conocida fue la de los dinosaurios). Es decir que las especies están desapareciendo mucho más rápido que lo que sería habitual.
Según WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), en 40 años la biodiversidad del mundo se ha reducido más de un 50% debido a la pérdida de hábitats, la sobreexplotación de especies, la contaminación, las especies invasoras, y el cambio climático.
Pero una publicación reciente de la bióloga y escritora científica Helen Pilcher, ha abierto un debate: ¿es posible recuperar especies que ya se han extinguido?
¿Qué es la des-extinción?
Se llama des- extinción a las técnicas mediante las que es posible dar vida a animales híbridos con características de la especie desaparecida o directamente volver a la vida especies extintas; por eso también se la conoce como la "biología de la resurrección".
¿Cómo sería posible?
Según se estima, una de las posibilidades es realizar una selección de especies animales que ya existen y detectar los aspectos que comparten con otros animales de su familia que ya se han extinguido (breeding back). Pero el otro método, la clonación, ha sido la punta del ovillo de un gran debate.
Clonar implica intervenir sobre el ADN de los animales actuales para que tomen características de los extintos. ¿Es esto correcto?
Para que sea considerada necesaria la clonación, los científicos deberían comprobar que la especie en cuestión desempeñaría una función ecológica importante, y que podría reinsertarse en la naturaleza. Sin embargo, en este punto queda en duda qué pasaría con el resto del ecosistema donde se introduzca. ¿Qué efecto produciría en otros animales y qué relación tendrían con las plantas y otras especies vegetales? ¿Y con los hombres?
También, hay un punto de vista técnico que considera muy difícil trabajar con muestras de ADN tan antiguas que, las que se han conservado, (el ADN más antiguo es de hace 1,5 millones de años), pueden encontrarse muy degradadas.
Y esto, a su vez, también abre el debate sobre si es realmente o no necesario invertir dinero en este proceso. ¿No hay otras cuestiones más importantes que estudiar? ¿Tiene sentido intentar recuperar animales extintos o sería mejor hacer que los actuales no sigan su mismo destino? ¿Es realmente fundamental esto para recuperar la biodiversidad del mundo?
Además, la clonación siempre abre el debate sobre la creación artificial de la vida: ¿es el hombre capaz de tomar este tipo de decisiones? ¿Es ético? ¿Qué antecedentes marcaría esto para las personas?
Por otro lado, quienes están a favor señalan que algunas especies podrían tener una función ecológica positiva en los ambientes. Por ejemplo, la paloma migratoria, que se extinguió a principios del siglo pasado, podría distribuir semillas de robles, algo que no ha vuelto a hacer ningún otro animal.
Además de esta paloma, están en la mira de los científicos los mamuts, que han desaparecido hace alrededor de 4 mil años, y otras especies como el alca gigante, un pingüino que fue visto por última vez en el 1800.