En una isla de Canadá están ofreciendo tierra sin costo y trabajo

Cape Breton, en la provincia costera de Nova Scotia, en el extremo oriental de Canadá, es una isla con una población de 150.000 personas. En la aldea de Whycocomag, los dueños de un comercio ofrecen empleo en el mercado, pero además la posibilidad de ocupar sin costo dos hectáreas de tierra contiguas.

Después de cinco años de trabajo, dicen, la tierra pasará a ser propiedad del feliz empleado. Son medidas desesperadas, reconocen en Cape Breton, en un intento por detener la gradual despoblación de la isla. Pero, según reseñan los medios canadienses, más de 3.100 personas han solicitado el trabajo en los últimos días.

Y las postulaciones vienen de todos lados. Aunque en cualquier caso los interesados tendrían que cumplir con los requisitos migratorios del gobierno canadiense. Por lo que la oferta se limita a personas con permiso legal para vivir en Canadá.

En un mensaje puesto en las redes sociales, los dueños dijeron que era difícil escoger entre tantos buenos candidatos. "Tantos de ellos serían buenos vecinos y compañeros de trabajo", manifestaron.

La empresa ya ha contratado a una persona y asegura que planea ofrecer dos empleos adicionales con el mismo trato. Trish Trait, la primera contratada, compartió su alegría en las redes. "Estoy tan emocionada. Gente que conozco de todas partes de Canadá está tan excitada como yo por esta contratación", sostuvo.

Los contratados tendrán el privilegio (o la condena, dirán algunos) de vivir en una comunidad rural, aislada, lejos del mundanal ruido.

La isla de Cape Breton tiene un área de poco más de 10.000 kilómetros cuadrados. Domina la cultura celta, de escoceses que emigraron principalmente durante el siglo XIX.

Y a medida que la industria pesada en la isla ha declinado, el turismo se ha convertido en una nueva fuente de ingresos para los isleños.

La población ha caído en más de 5% desde el censo de 2006, a medida que más gente joven emigra a las grandes ciudades.Los negocios locales se están poniendo creativos a la hora de buscar maneras de atraer mano de obra a la isla. En todo caso no son los únicos que ofrecen propiedades gratuitas a los que se muden a su comunidad. Este año, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que los ciudadanos de su país que se mudaran al despoblado oriente de la nación recibirán una hectárea gratuita de tierra.

En 2011 la aldea española de Cabestany ofrecía vivienda a quien se fuera a vivir a esa comunidad.

Y en 2010 la nación africana de Senegal ofreció tierra gratis a los haitianos que se trasladaran hasta allá.

Por supuesto, en el transcurso del siglo XIX, naciones desde Estados Unidos a Argentina atrajeron a millones de inmigrantes con la promesa, a veces cumplida, de tierra para los recién llegados.

Hoy una oferta de parcelas es mucho más inusual, pero como lo prueba el caso de este poblado canadiense, todavía hay rincones del mundo adonde uno se puede mudar como colono con poco más que la promesa de comenzar una nueva vida en un sitio remoto.

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