Pese a que el nosocomio tiene un contrato millonario con la obra social reniega de la prestación del servicio a uno de los grupos más vulnerables de la sociedad. Miles de abuelos a la deriva.
Pasan sistemáticamente los directivos de PAMI, la situación es la que todos conocen y nadie puede solucionarla, en el medio las más diversas excusas y las más variadas denuncias entre las que se destacan los sobornos que recibieron las autoridades que pasaron al frente del organismo.
Millones de Pesos se destinan mensualmente para la delegación de San Luis y nunca alcanza, eternamente el Sanatorio Ramos Mejía es el único prestador que tiene PAMI y las pruebas son mas que elocuentes sobre su nefasto y siniestro plan de atención médica, los abuelos terminan en lo que podría calificarse como un depósito donde esperan la muerte.
En las últimas horas los médicos del servicio de urgencias negaron, al menos en cinco oportunidades, la atención a los afiliados por motivos inexplicables. "Usted no puede venir a este servicio, tiene que ir a su médico de cabecera", fue la absurda respuesta de un facultativo a un abuelo que tenía tos y temperatura de 38°. Cabe señalar que los médicos de cabecera antes de otorgar el turno preguntan a qué obra social pertenecen y si es de PAMI el turno puede demorar hasta cuatro meses, un absurdo, un despilfarro innecesario que nadie controla.