Domingo por la tarde, estadio de La Punta con capacidad 15.000 personas (según Wikipedia) y con mas gente en la cancha que en las tribunas. Quizás el nuevo estadio en Villa Mercedes de 28.000 espectadores corra el mismo destino si no se apoya al fútbol profesional.
El estado provincial en el 2016 redujo su aporte a un monto muy bajo que puso en peligro la continuidad deportiva de distintos clubes, como fue el caso de Jorge Newbery de Villa Mercedes, donde se vieron obligados a rescindir los contratos de todo el plantel y cuerpo técnico cuando debían disputar el Torneo Federal B.
A su vez, la situación de los clubes, Juventud y Estudiantes, quiénes de manera histórica comparten presencia en la B Nacional, el aporte de la provincia es tan escaso que no alcanza siquiera para cubrir los gastos básicos que cada fecha del campeonato requiere, dejando a su suerte las instituciones en un momento deportivo que fue esperado por mucho tiempo. Peor aún, en el caso del Verde, confiandole la responsabilidad de su subsistencia, a un dirige con múltiples sospechas delictivas como Carlos Ahumada Kurtz, y con antecedentes de perjudicar a otras instituciones que gerenció.
El deporte, un pilar de gestión, hace sólo un par de años atrás, hoy vive un momento crítico en San Luis, descuidando así su enorme potencial de desarrollo y contención social.
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