Willis Meehan se apiadó de su rival en plena paliza

El invicto peso pesado neocelandés Willis Meehan se enojó con el árbitro por no haber parado antes el combate cuando su rival, Leamy Lakopo Tato, estaba contra las cuerdas y sin reacción.

Recién transcurrían los primeros instantes del segundo round pero quedaba claro que la pelea no daba para más. Así lo entendía Willis Meehan, absoluto dominador del combate y así lo sufría en carne propia su compatriota Leamy Lakopo Tato que ya no sabía de qué manera cubrirse de los golpes. El único que no se daba cuenta era el juez.

Meehan, boxeador neozelandés de los pesos pesados, puso contra las cuerdas a su rival en la pelea que se disputó la semana pasada en Auckland. Y empezó a combinar una serie de golpes que dejaron sin reacción a Lakopo Tato. Lo destrozó.

Cuando el juez, lento de reflejos, decidió dar por finalizada la pelea el ganador descargó toda su bronca contra él por no haber frenado antes la golpiza. Y enseguida fue a consolar al perdedor, que deambulaba por el ring.

Con este triunfo, Meehan, de 20 años e invicto, ganó ante Lakopo Tato su cuarta pelea profesional, la tercera antes del límite.

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