Por el miedo a los robos, crecen las consultas por el gas pimienta

Ante el temor a  robos y ataques, los puntanos deciden tomar medidas para protegerse. En los comercios que expenden gas pimienta  afirman que en los últimos tiempos crecieron las consultas para adquirir gas pimienta. Dicen que el rango de interesados abarca maestras, ancianos que sufrieron algún hecho de inseguridad, mujeres víctimas de violencia de género, kiosqueros y  hasta padres de estudiantes universitarios que buscan que sus hijos cuenten con algún método de defensa personal frente a posibles ataques.

“Todos los días tenemos consultas sobre el gas pimienta. Vienen tanto mujeres como hombres a comprar. En nuestro local en particular recibimos muchos pedidos de maestras, que sienten la necesidad de protegerse ante la creciente violencia y cuando vuelven a sus hogares, mientras esperan el colectivo”, indicó Norberto Ontiveros, encargado de Swat indumentaria.

También dijo que otros de sus clientes son los pequeños comerciantes, como kiosqueros o almaceneros de barrio, que están cansados de los reiterados asaltos y deciden adquirir elementos que los salvaguarde. Ontiveros señaló además las consultas por parte de gente mayor, como matrimonios de ancianos que se sienten vulnerables ante los delincuentes.

“Tenemos, por lo menos, entre dos y tres pedidos diarios de gas de seguridad”, confirmó.

“Los que preguntan es porque ya vivieron un ataque de algún tipo”, aseveró Estela Grillo, empleada de Puerto Deseado, una casa que vende elementos de camping. Comentó que en ese negocio muchos de sus compradores son personas mayores que padecieron situaciones de inseguridad en la vía pública, como  sustracción de carteras u otros objetos personales,  tirones de prendas y cabello, o empujones para reducirlos. Dijo que el producto de mayor demanda es el aerosol de veintidós centímetros cúbicos que tiene un alcance de acción de cuatro metros.

“El spray tiene un efecto inmediato y puede llegar a durar hasta treinta minutos. Un día tuvimos un percance mientras uno de los clientes compraba el producto. Al manipular el envase, para familiarizarse con el funcionamiento, apretó la válvula y se escapó una pequeña descarga. Al instante, todos los que estábamos en el local, sentimos el ardor y la picazón que nos produjo la pimienta. Tuvimos que ventilar por media hora hasta que se evacuó totalmente”, explicó Grillo.

En una de las armerías del centro de la ciudad que también comercializa gas pimienta, los precios varían desde los 150 a los 380 pesos, según el tamaño del envase.

En este local aseguraron que el público interesado está comprendido por mujeres jóvenes que buscan defenderse de ataques y hombres de familia que quieren proteger a sus esposas e hijos. “La gente está cansada y ahora busca defenderse”, expresó la encargada del local.

Los taxistas también son testigos del uso de este producto. Tomás Orozco relató que hace poco una mujer subió a su taxi con un aerosol en la mano y le contó que tenía una orden de restricción para su ex pareja que no era respetada. Por eso, decidió comprarse un gas de seguridad personal. También indicó la preocupación crece porque los hurtos son cada vez más violentos.

“No sólo te roban, sino que te lastiman. Lo peor es la impotencia que generan los golpes. A mí me pasó a plena luz del día y nadie hizo nada. Cuando tu vida corre peligro se despierta el instinto de supervivencia y eso es lo que le está pasando al puntano”, afirmó Orozco.

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