Arruabarrena seguirá en Boca únicamente si es campeón

El Vasco suele apostar por objetivos cortos. Quiere darle una alegría al hincha de Boca lo más pronto posible. Angelici piensa ofrecerle la renovación pero el DT seguirá únicamente si es campeón.

La frontera entre todas las fronteras tiene pinta de calendario y pone sus límites, todos, en el tan esperado diciembre. Boca y su extraño planeta de conjunciones, elucubraciones e hipótesis marca una agenda de plazos cortos, impulsada por el éxito del rival de toda la vida, River, y amparada en las situaciones contractuales y electorales que plantean los años en los que se definen cosas fuertes. Rodolfo Martín Arruabarrena jugará sus cartas en algunos meses y, mientras tanto, seguirá entregándose enteramente al trabajo. Su futuro tiene caminos concretos y desenlaces probables. ¿Qué pasará con el Vasco?

El entrenador de Boca tiene en claro que si no es campeón, dejará el club luego del cumplimiento de su contrato, que finaliza en diciembre. Así lo manifestó varias veces y lo dejó traslucir en sus declaraciones de su última conferencia de prensa: “Nací en Boca y sé lo que necesita el club. En diciembre vence mi contrato y ya saben como pienso. No es sorpresa”. Incluso en los mejores momentos de su campaña en Boca, cuando se hablaba de negociar una renovación y+ un aumento de sueldo, Arruabarrena tuvo clara la situación de su continuidad, que se vinculaba a la obtención de un título.

Daniel Angelici, mientras tanto, intenta generar un clima acorde para su lanzamiento de la campaña hacia la reelección. El presidente de Boca piensa en ofrecerle la renovación a Arruabarrena, en caso, claro, de que gane las elecciones presidenciales de fin de año. De todos modos, a sabiendas del carácter de las decisiones de Angelici durante su mandato (ver los casos de Falcioni y de Bianchi, por ejemplo) todo estará atado a la repercusión mediática y a la posibilidad de generar un rédito electoral de acuerdo al final del torneo actual. Si Boca logra festejar, la chance de la extensión será un hecho.

Arruabarrena, por su parte, no es un entrenador que crea en ciclos largos de años y años de trabajo. El Vasco suele ser un hombre de objetivos cortos. El mismo técnico ambicioso que, cuando le hablaron de renovación contractual hace algunos meses, respondió: “Dejame de joder con eso, yo tengo que salir campeón ahora”. Con la intensidad de sus equipos, el técnico de Boca entiende que su preocupación habita en el plazo corto de darle una alegría al hincha. En la intimidad, asegura que el club “necesita un campeonato”.

Boca entrará al último tercio del torneo mirando la historia desde la punta, pero con una cuenta pendiente en los partidos definitorios. El 2015 es un año de grandes balances y posibles cambios. Por eso, ante una seguidilla de partidos que incluye a River, San Lorenzo y Racing, entre otros, de aquí a finales del torneo, Arruabarrena juega su ficha fuerte para ser campeón. Angelici, mientras tanto, espera agazapado en el cuarto año de su ciclo presidencial, en el que solamente cosechó una Copa Argentina. Todos tienen claro que sin festejo no hay paraíso.

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