Las líneas de producción de la planta puntana, que ya utilizaban para equipos informáticos, requirieron una inversión de 10 millones de pesos en el primer trimestre del año, que incluyó la capacitación de más de 60 empleados para esta nueva iniciativa.
El presidente de Coradir, Juan Manuel Barreto, contó a Télam que la primera intención era producir estos equipos para el ambiente corporativo, por lo que desarrollaron servicios de comunicaciones encriptadas, lineas directa con la oficina para agregarle valor al dispositivo por sobre los de las marcas extranjeras que se producen en Tierra del Fuego.
"Pero como hay una gran demanda y la plaza a esa altura esta prácticamente vacía, respondimos con equipos para el usuario residencial o familiar".
La planta de San Luis, que se incendió en el año 2013, está totalmente remodelada y tiene ahora 5.000 metros cuadrados dedicado a la producción.
"En esta industria te reinventás constantemente" agregó Barreto, al recordar que la empresa fue de los primeros en producir los decodificadores para la televisión digital "en los que trabajamos sobre plataformas Android -que también se usa en los smartphones-, y ahí sumamos la experiencia de trabajar para el consumidor final".
El ensamblado de los teléfonos, recibió el visto bueno del Ministerio de Industria para la planta en la provincia de San Luis, mientras que "todavía no tenemos la autorización" para hacer lo propio en la planta de la empresa en Tierra del Fuego.
Barreto también negó haber tenido inconvenientes para la importación de los insumos que lleva el equipo, por lo que hoy por hoy están produciendo 2.400 teléfonos diarios, entre los dos modelos -gama media y gama alta-.
Consultado por el impacto del clima electoral en los negocios del sector, Barretto considera que "todos los que son cautos tratan de moderar la cosa para ver que está pasando y que va a pasar, pero los proyectos no se caen".
"Siempre hay inquietudes sobre quien ganará pero la empresa es la que mejor se adapta a los cambios", señaló.