Sigue el escándalo, el Intendente se niega a dar a conocer el acuerdo con EDESAL en el que le regala a la empresa $ 25 millones y que deben ser pagados por todos los vecinos de la ciudad. Concejales reclaman por el convenio que Tamayo esconde bajo siete llaves.
En 2017, tras una disputa judicial, la Municipalidad de San Luis logró que la Justicia le diera la razón a un atropello de la empresa EDESAL que recategorizó de manera autoritaria y unilateral a la comuna como "gran consumidor". Tras el fallo la ciudad podría cobrar $ 64.000.000. Este año, de manera inconsulta, Tamayo renegoció con EDESAL y renunció a la deuda a favor y terminó reconociéndole a la prestataria un saldo de $ 25.000.000, que deben pagar todos los vecinos. Además del cobro de las tasas que serán incluidas en las facturas de la empresa de energía eléctrica.
Cabe señalar que el Bloque San Luis Unido logró aprobar un proyecto para que Tamayo haga conocer el acuerdo, después de que los plazos se vencieran en dos oportunidades el Intendente continúa escondiendo los alcance del negociado. En el medio los vecinos que no saben por qué de la noche a la mañana pasaron a ser deudores de la firma más cuestionada de toda la provincia cuyo propietario, Mario Rovella, es el célebre empresario asociado con la corrupción de la obra pública en la provincia y en el país.