Se lo dijo al diario La Nación, el matutino, además, señaló que Poggi hace temblar a "la dinastía de los Rodríguez Saá". Por su parte, Claudio Poggi aseguró: "queremos un futuro mejor".
La pelea electoral está planteada y polarizada entre dos forma de hacer política, la de los hermanos que ejercen el poder absoluto y autoritario desde 1983 y la del ex mandatario que ya demostró su capacidad de gestión.
En ese sentido, el diario La Nación entrevistó a Claudio Poggi y a Adolfo Rodríguez Saá. El periodista Gustavo Ibarra tituló: "San Luis: la dinastía Rodríguez Saá, amenazada por su delfín político"
La publicación de La Nación
"Sí, va a ser una elección reñida; vamos a ganar, pero va a ser una elección complicada." El propio senador Adolfo Rodríguez Saá admite, por primera vez en mucho tiempo, que se encuentra ante un turno electoral vital, que podría marcar un antes y un después en la historia de la dinastía política que supo construir en San Luis durante tres décadas y media junto a su hermano y hoy gobernador, Alberto.
El enemigo al acecho es el diputado Claudio Poggi, que gobernó la provincia entre 2011 y 2015 como delfín político de los hermanos Rodríguez Saá, pero que, desde hace algo más de un año, devino referente opositor aliado de la Casa Rosada y que no esconde sus intenciones: "No hay 2019, sino hay 2017″, asegura, decidido a convertir los comicios legislativos de medio término de este año en el inicio de algo más grande.
La prueba no es sencilla, aunque tampoco imposible. Desde que Adolfo Rodríguez Saá se convirtió en gobernador en 1983, el PJ sólo perdió una elección nacional. Fue en 1985, en pleno auge alfonsinista, en los primeros comicios tras la recuperación de la democracia.
Este drama político se desarrollará en dos actos. El primero será en las primarias del próximo 13 de agosto. "Nos tienen que acompañar el 13, no nos pueden fallar", implora Poggi ante cada persona que se cruza en sus caminatas y actos de campaña, consciente de que las PASO podrían marcar a fuego el resultado del 22 de octubre, cuando estarán en juego tres bancas en el Senado e igual cantidad en la Cámara de Diputados.
El duelo está planteado desde el vamos entre dos modelos, tanto es así que "el Adolfo" se puso al frente de la lista de candidatos a senadores del Frente Unidad Justicialista San Luis para que el apellido Rodríguez Saá confrontara de manera directa con Poggi, que encabeza la misma nómina por la alianza Avanzar y Cambiemos. Así, la elección va camino a una fuerte polarización.
"Tuvimos que salir a defender nuestro modelo, que es exitoso y el gobierno nacional quiere destruir", sostiene Rodríguez Saá en el transcurso de una extensa conversación que mantuvo con LA NACION. Según el senador, la disputa está planteada entre "los que queremos desarrollo, pleno empleo y una buen administración, y los que quieren un modelo de endeudamiento, con más pobres". "Poggi no es un líder, es un instrumento para destruir el modelo", sentencia.
Poggi no se queda atrás y sostiene que en estas elecciones se elige entre "dos opciones: la continuidad de una familia cuya concepción es el poder en sí mismo o la de quienes, sin renegar del pasado, queremos un futuro mejor".
Cómo será de importante esta elección para Rodríguez Saá que el senador no interrumpió la campaña ni el día de su cumpleaños 70. Del otro lado, la trascendencia está dada por el fuerte apoyo de la Casa Rosada. El presidente Mauricio Macri visitará la provincia antes de las primarias para respaldar a su candidato. Esta semana, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, participó de una cena de recaudación de fondos en Potrero de los Funes y de un acto en la municipalidad de la ciudad de La Punta, cuyo intendente, Martín Olivero, el gobierno nacional le birló a los Rodríguez Saá.
"Esto es un feudo y el problema de ellos es que no tienen sucesión, son ellos dos y nadie más", dispara Poggi durante una entrevista que concedió a LA NACION en su estudio de la avenida Illia, en el centro de esta ciudad capital. "Si existiera el feudo, él formo parte del feudo hasta hace un año; fue ministro, jefe de Gabinete y gobernador", replica Rodríguez Saá. Poggi se defiende aduciendo que su divorcio de los Rodríguez Saá empezó al año de haber asumido la gobernación, pero que no lo hizo público para "preservar la paz social". Y apunta sus críticas a Alberto Rodríguez Saá. "Quería volver al gobierno y para mí eso era un retroceso: no podíamos dar la imagen de que él me daba la banda a mí y yo, cuatro años después, se la daba a él", asegura.
Además, acusa al actual gobernador de haber revertido, por simple revanchismo, varias de las medidas sociales adoptadas durante su administración. La ruptura formal se produjo hace un año, cuando Poggi renunció a la vicepresidencia del PJ, abandonó el bloque de diputados del peronismo puntano y fundó el partido Avanzar.
La campaña promete ir subiendo de tono. En diálogo con LA NACION, el senador Rodríguez Saá relacionó a Poggi con gente sospechada de tráfico de drogas. "Es socio del mexicano Ahumada Kurtz, condenado en México por narcotráfico, y que manejaba la policía a través del Club (Sportivo) Estudiantes" de San Luis.
Nacido en la Argentina, pero con nacionalidad mexicana, el empresario Carlos Ahumada Kurtz fue extraditado de Cuba a México en 2004 a causa de un escándalo por supuesto pago de sobornos a funcionarios. Tres años después fue exonerado y hasta recibió disculpas públicas de los gobiernos de México y los Estados Unidos. El año pasado renunció a la presidencia del club puntano denunciando una "campaña de hostigamiento" de parte de Alberto Rodríguez Saá. Ambos bandos retacean mostrar encuestas, pero coinciden en que habrá una fuerte polarización y se muestran confiados en que ganarán. "Ellos tienen un techo y estamos palo a palo", se entusiasma Poggi, quien dice que lo apoyará una corriente silenciosa. "Hay miedo en la gente, pero no tengo dudas de que se van a manifestar en las urnas porque demostramos que se puede gobernar la provincia sin los Rodríguez Saá", dice.
Por su parte, Rodríguez Saá confía en el cariño de la provincia que gobernó durante tres períodos y medio (desde 1983 hasta 2001). "Hay un clima de amor, siento que los quiero y que ellos me quieren", dice. Y recuerda que esta no será la primera vez que deberá enfrentar a un candidato respaldado por el gobierno nacional. "Nos pasó con De la Rúa, con Menem y Cristina; ya pasamos la prueba del ácido", asegura.