"Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad", escribió el poeta alemán Bertolt Brecht. Evidentemente Rodríguez Saá está lejos de decir la verdad o de asumirla en silencio, prefiere continuar con su hipocresía de pésima calidad. Este lunes, en horas de la mañana, el Gobernador presidió el acto en el que adhirió al Plan Nacional de Acción y Erradicación de Violencia contra las Mujeres.
Fue acto plagado de hipocresía, Alberto Rodríguez Saá es el paradigma de la violencia hacia las mujeres, nadie que conozca la administración pública puede escapar a la múltiples anécdotas en las que se retrata la figura del mandatario como un maltratador hacia la condición femenina. Más aún, sus políticas son una constante afrenta hacia la mujer, el Plan de Inclusión Social por debajo de la línea de indigencia, el desaliento al Plan PIE, la demora en la entrega de las viviendas que están listas, el desprecio por la salud pública, la falta de seguridad, todas acciones que golpean directamente a la familias de San Luis, todas las familias integradas por una o varias mujeres.
En otra puesta en escena, Alberto se refirió al caso de Lucía Pérez, la joven de Mar del Plata asesinada en los últimos días. Con un asesoramiento muy liviano, como el de los temas que no le interesan, Rodríguez Saá pidió terminar con el "feminicidio", hizo un silencio y preguntó al público presente, en su mayoría mujeres, si estaba bien dicho y las verdaderas defensoras de la vida corrigieron al mandatario, en realidad la palabra Feminicidio o Femicidio pueden utilizarse para describir la misma situación. Los que conocen los antecedente de Rodríguez Saá, quien en años atrás reprimió a los docentes en la legislatura, también en su mayoría mujeres, saben que desprecia a la condición femenina. En este tema el pasado y el presente lo condenan.