Mientras los empleados públicos tienen dos días de vacaciones de invierno, funcionarios de Alberto Rodríguez Saá veranean en el exterior

El receso invernal suele ser un período poco disfrutable para los empleados públicos, quienes cuentan con apenas dos días de vacaciones. Muchos agentes suelen solicitarles a los jefes de personal los días jueves y viernes, para generarse un fin de semana largo y poder realizar una mini escapada al interior de San Luis o alguna provincia limítrofe.

Esto parece no afectar en absoluto a funcionarios de Alberto Rodríguez Saá, tales como el Secretario Legal y Técnico, Sebastián Esteves, y el Secretario de Viviendas, Juan Pablo Suárez. Lejos de la realidad de sus empleados, ambos hicieron las valijas y disfrutan de sus vacaciones en lujosos destinos del hemisferio norte, donde actualmente es temporada veraniega.

Siendo el resorte fundamental de la administración pública, y la persona que debería coordinar la transición entre la finalización del mandato de Alberto Rodríguez Saá y el inicio de la gobernación de Claudio Poggi, Esteves prefirió desentenderse de todo e irse a España, donde disfruta de las lujosas playas del mar Mediterráneo sin mediar con grandes preocupaciones.

Por su lado, Suárez, quien curiosamente estuvo ausente en el acto de entrega de viviendas encabezado por el presidente Alberto Fernández en San Luis, se encuentra vacacionando en Cuba. Al funcionario se lo vio paseando por las cálidas playas caribeñas junto a su pareja, Victoria Gomina, la cual se desempeña como secretaria privada de Alberto Rodríguez Saá hijo.

Otro caso similar es el de la secretaria de Deportes, Cintia Ramírez quien semanas atrás sucumbió a los encantos del verano en el viejo continente.

Las actitudes de Suárez y Esteves, siguen poniendo de manifiesto el desinterés y el destrato de los funcionarios kirchneristas sanluiseños hacia su personal. Muchos empleados públicos, por razones de costos no pueden viajar y se toman el mini franco invernal en sus casas, mientras aquellos que tienen hijos escolarizados, deben gastar dinero en cuidadores de menores temporales para cumplir con sus obligaciones laborales.

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