En el mes de septiembre la Directora de Rentas denunció una maniobra de corrupción que involucra a Alberto Rodríguez Saá H, la echaron y el tiempo le dio la razón. Todo por un sistema informático inservible que complica a los puntanos.
"La castigaron por no sumarse a la corrupción del Albertito", publicó este medio a través de una alta fuente de Rentas cuando se conoció que habían echado a Gimena Deluigi por no prestarse a la maniobra que involucraba al hijo del Gobernador y a su amigo Ángel David Benardón en un negocio con fondos públicos que ascendía a $25.000.000. Se trata del mantenimiento del sistema tributario, prestación que realizan los empleados de la Dirección de Ingresos Públicos y que de la noche a la mañana se derivó a la empresa de Benardón.
La salida de la funcionaria cobra nuevamente notoriedad ya que desde hace 15 días el sistema presenta fallas constantes que impide realizar los trámites habituales, urgentes y con vencimientos de plazos. Desde la oficina pública aseguran que Benardón no da respuestas. "El sistema tiene más parches que la autopista en el tramo San Luis Villa Mercedes. No funciona, se cae, es un desastre", se quejó un contador que debe lidiar con el tema.
A luz de los acontecimientos Deluigi tenía razón, no hacía falta que los amigos del poder metan sus manos en las arcas públicas, desmantelen los servicios y se lleven cifras millonarias.
Sello "Rodríguez Kaá": Echó a la Directora de Ingresos Públicos por no aceptar actos de corrupción