Mientras la obra social desarrolla una campaña nacional de "libre elección " de prestadores, en San Luis son rehenes de los directivos locales.
Poder elegir el médico, clínica o centro de imágenes que los afiliados prefieran parecería ser lo más lógico, pero no lo es para Martha Rubicini y Mariela Castro las máximas responsables de poner obstáculos a los golpeados beneficiarios de la obra social.
PAMI tiene una vieja lógica corrupta de monopolizar la atencion en ciertos centros médicos en detrimento de otros en condiciones mejores de brindar la atención.
"Son las órdenes que han recibido desde el gobierno provincial", argumentan los empleados de la delegación local. "La Directora recibe a una amiga que se instala en PAMI, da órdenes y no pertenece a este lugar. Su accionar viola todos los reglamentos y resoluciones existentes", agregó la fuente en relación a la mujer que entra al edificio y baja directivas que llegan de su hermano, en la más alta esfera del poder provincial.