"Es la cuarta vez que reclamo al municipio y no logro que apaguen las luces de día", se quejó una vecina. La situación se repite desde hace una semana cuando las luces del alumbrado público permanecen encendidas las 24 horas.
La fisonomía del barrio, ubicado en la zona norte de la ciudad de San Luis, luce una costosa nueva imagen, iluminación diurna. La empresa prestataria del servicio es la única beneficiada con la incomprensible actitud del municipio de Tamayo que se niega a que durante el día la luz solar sea la que ilumine los destinos de los vecinos y se apague la luz artificial.
La situación afecta a las arcas públicas del municipio que debe abonar más dinero a EDESAL, en pocas palabras los fondos de los vecinos que se usan en beneficio de una empresa privada.