El triste final de Gisela: Separación y cárcel

Adolfo y Gisela ya no son la pareja perfecta que mostraban en redes sociales, el longevo dirigente y la joven de antecedentes judiciales ya no conviven y la relación podría terminar en un  escándalo. Gisela a un paso de la cárcel.

Después de la millonaria boda en la lujosa mansión en Potrero de los Funes, dos intensas campañas, una fortuna en común y una causa en la justicia por $ 80 millones es lo que queda de una década y media de un amor que la familia de Adolfo nunca convalidó.

Actualmente Vartalitis vive en Mendoza, abandonó San Luis y a su marido y se refugió en su tierra natal, cerca de su familia con quienes también comparte dos causas por estafa. Lejos de Adolfo y a la espera un futuro incierto.

Por su parte el Senador ya impulsó la jugada que puede liberarlo de la justicia y endilgarle a su última mujer toda la responsabilidad en la administración de los $ 80 millones que la fundación Mujeres Puntanas recibió en 2017 por parte de la administración provincial en plena campaña electoral. Los asesores legales de Rodríguez Saá están trabajando en la estrategia de liberar a Adolfo de cualquier responsabilidad en el tema y que sea Gisela la que enfrente a la justicia. De esta manera ambos hermanos Rodríguez Saá ensayarán un movimiento de ajedrez que les permita esquivar la causa que impulsa la justicia federal y delegar todo el peso del proceso en Gisela.

La noticia de la separación impactó de manera positiva en el ala de familia Rodríguez Saá que nunca aprobó el matrimonio, ven en este nuevo escenario la posibilidad de correr para siempre a Gisela del entorno familiar y responsabilizarla de todos los males, hasta de la derrota en la última elección de Adolfo cuando la Vartalitis ocupó, nada más ni nada menos, que el lugar de jefa de campaña.

 

 

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