Barcelona, en tensión: manifestantes independentistas se enfrentan con piedras y botellas a la Policía

La concentración es la culminación de una semana de movilizaciones. Además, los sindicatos catalanes convocaron a una huelga general.

Decenas de miles de personas se concentraron este viernes en el centro de Barcelona tras llegar caminando durante tres días desde distintos puntos de Cataluña en las llamadas "Marchas por la libertad", en contra del encarcelamiento de nueve líderes separatistas.

Los manifestantes se concentraron en el coqueto Paseo de Gracia de Barcelona en un ambiente pacífico, con gritos de "libertad a los presos políticos".

Las movilizaciones fueron convocadas por las entidades independentistas Asamblea nacional de Catalunya (ANC) y Omnium cultural, las mismas que desde 2012 concentraron a miles de personas cada 11 de septiembre en defensa de la secesión de Cataluña.

Las cinco "Marchas por la libertad" que el miércoles salieron desde distintos puntos de Cataluña llegaron a Barcelona tras haber recorrido cerca de 100 kilómetros cada una.

Huelga general y marchas estudiantiles

La masiva marcha coincide con una jornada de huelga general, que se estaba dejando notar en la ciudad más turística de España: poco tráfico en el centro, servicios mínimos en transportes públicos y multitudinarias manifestaciones de estudiantes.

En las populares Ramblas, el icónico teatro del Liceo suspendió su función y en el mercado de la Boquería apenas había comercios abiertos. Otro lugar emblemático, la basílica de la Sagrada Familia, cerró sus puertas por la afluencia de manifestantes a su entrada.

En el aeropuerto barcelonés, 57 vuelos fueron anulados, según el gobierno español. Decenas de rutas fueron cortadas, entre ellas la autopista AP7, donde bloquearon la frontera entre España y Francia. La fábrica SEAT de Martorell, que emplea más de 6.500 personas, también cerró.

Hasta el mundo del fútbol se vio salpicado por la tensión: el clásico Barça-Real Madrid, previsto en el Camp Nou el sábado 26 de octubre, fue postergado, anunció la federación.

Aunque la mayoría de manifestaciones de estos días fueron pacíficas, por las noches ocurrieron disturbios en Barcelona y otras ciudades catalanas, una novedad en el movimiento independentista, orgulloso hasta ahora de su carácter pacifista.

Las tres últimas noches, cientos de jóvenes con las caras tapadas montaron barricadas en el lujoso Paseo de Gracia y calles aledañas, se enfrentaron a la policía con cócteles molotov y ácido, e incluso la noche del jueves saquearon una sucursal bancaria y una tienda de ropa, según la policía catalana, Mossos d’Esquadra.

En total, 36 personas precisaron atención médica el jueves en Barcelona, según los servicios de emergencias.

Una nueva crisis a días de las elecciones legislativas

La crisis en Cataluña se produce a pocas semanas de las elecciones legislativas del 10 de noviembre en España, y ha puesto bajo presión al presidente del gobierno socialista saliente, Pedro Sánchez, a quien la oposición de derecha le reclama medidas contundentes.

También se encuentra bajo fuerte presión el gobierno independentista catalán, que alentó las protestas contra la sentencia del Supremo -calificada de "aberrante" e "injusta"- pero mandó a su policía, los Mossos, a reprimir los incidentes.

Una tensión que el presidente catalán, Quim Torra, intentó rebajar al afirmar que seguirá "hablando del ejercicio del derecho de autodeterminación, con las consecuencias que eso implique", como dijo la anoche en la televisión catalana, TV3.

DEJA TU COMENTARIO