La jugada del Presidente le permite sumar un Senador mas y dos Diputados Nacionales. La durísima derrota electoral del pasado mes de junio dejó a Adolfo sin posibilidades de jugar y terminó bajo el ala del Gobierno nacional pidiendo amparo político.
La imagen recorrió rápidamente las redacciones periodísticas y los títulos ubicaron inmediatamente al mayor de los Rodríguez Saá como el nuevo aliado del Presidente Macri, quien junto a su candidato a Vice, Miguel Ángel Pichetto, arriaron a Adolfo hacia las filas oficialistas.
El tercer, lejos e incómodo lugar, al que lo relegaron los votos en la contienda a gobernador obligó a la última jugada de Adolfo. La imperiosa necesidad de buscar cobijo y evitar que la ira de su hermano termine por sepultar su carrera y el intento por contener a sus aliados locales llevaron a Adolfo a negociar a la Casa Rosada.
El cambio obliga al Senador a quitarse el color de negro de encima y pintarse de amarillo.