Las vaquitas de Adolfo y Alberto, familiares de detenidos en la "Operación Hereford" piden la inmediata libertad

La mujer del transportista detenido salió públicamente a reclamar la libertad de su esposo, a  proclamar la inocencia  y a denunciar que "no hay pruebas" para que continúe tras las rejas.

En una entrevista que realizó el prestigioso periodista Nino Romero y que fue replicada en el portal El Chorrillero.com, Margarita Godoy, esposa del transportista Luis Pereyra, dio detalles de la detención del padre de sus hijos. La causa tomó trascendencia pública cuando el gobierno llevó adelante el "Operativo Hereford", una monstruosa movida mediática que incluyó el despliegue de miles de policías, helicópteros y una puesta en escena para dar con documentación que comprobaría el robo de ganado en uno de los campos de la familia Vergés, socios históricos de los hermanos Rodríguez Saá.

-¿Cuál era la rutina de él todos los días?

-Se levantaba temprano, a las 6:30, llevaba a los chicos a la escuela, después se iba a hacer su trabajo, si tiene viajes, todo lo que esté relacionado con el campo.

-¿A qué se dedica?

-Tiene camiones de transportes de hacienda y cereales.

-¿Hace cuánto se dedica transportar hacienda?

-Hace más de 30 años, desde los 8 años lo llevaba su papa. A los 16 viajaba con el padre y después de los 20 se independizó, le gustó el oficio y trabaja desde entonces.

-¿Primera vez que está preso?

-Si, nunca tuvo una causa por nada.

-¿Cómo se enfrentó la situación? ¿Qué les dijo? ¿Alcanzó a hablar antes de ser detenido?

-Prácticamente no porque estábamos haciendo un trámite en el centro y cuando llego a mi casa pasó todo eso. Me llama por teléfono una vecina y me dice “en tu casa está la policía” y “apurá porque te van a tirar la puerta abajo”.

Nosotros tenemos dos hijos mellizos y adolescentes, tienen 17 años. Llego, pregunto y trato comunicarme con él y no puedo hacerlo.

-¿Dónde estaba él?

-En el campo donde está siempre, porque después de llevar a los niños a la escuela vuelve a almorzar, a veces no viene y trae los chicos. Si no pasa de largo y sigue trabajando hasta las 11 de la noche.

-¿Cuando los chicos llegaron, estaba la Policía?

-No los dejé entrar cuando estaban allanando la casa. Allí se llevaron todo, dinero para la comida, dinero del gasto de la casa porque estábamos pagando facturas, ahorros de la nena, la plata de mi mamá, menos mal que no había cobrado la jubilación ese día.

Se llevaron todo lo que encontraron, no sé si era lo que necesitaban o más de lo que necesitaban.

-¿Les permitió entrar? ¿Qué buscaban?

-Sí, me dijeron que entregue dinero y entregué el que tenía. Se contó y ya lo devolvieron y de ahí se llevaron otras cosas como papeles de mi papá porque lo tengo a cargo.

-¿Por qué lo estaban buscando?

-Decían que lo venían a buscar él y todo lo que estuviera relacionado con marcas, guías y transporte. Encontraron caravanas, porque tiene animales.

-¿Qué le dijo usted a sus hijos sobre lo ocurrido?

-Que no sabía que estaba pasando y que no habían allanado la casa.

-¿A Luis donde lo detuvieron?

-Acá. Nos allanan un miércoles el 21 y a él lo detienen el lunes 27. Ese día me levanto y miro al niño para ver si estaba bien, me acuesto, y nos golpean la puerta. Era la Policía que se lo iban a llevar, eran las 4 de la mañana.

-Desde que ocurrió el allanamiento hasta que lo detienen, recurrió a algún abogado, hizo algo para saber que pasaba? Le dijeron “te estamos buscando porque te vinculamos por robo de cabezas de ganado”, “te vinculamos a la familia Chiotti”?

-Sí, él consultó a un abogado porque había leído las cosas que se decían en la semana, ya teníamos más información de qué sucedía.

-¿Que le dijo Luis a usted? ¿Tuvo algo que ver?

-No, le creemos, jamás ha tenido nada que ver. Él ha tenido las cosas en orden para el transporte.

¿Para llevar a un animal qué necesita? Quién lo contrata le tiene que dar una guía, allí le figura la cantidad que lleva y si son terneros, los que sea.

-¿Qué les dijo a los hijos Luis?

-Que estuviesen tranquilos porque él no había hecho nada, sus cosas están bien. Él trabaja como nosotros lo vemos que sale a trabajar todos los días y regresa a la noche, cansado, asoleado, refriado porque es la verdad.

Para ellos no hay ni hora ni comida, cada uno en su trabajo como cualquier otro. Él tiene que ir a al campo a la hora que sea, tiene que viajar esté frío, lloviendo, esté nevando o con sol.

-¿Nunca tuvo problemas el con la policía?

-Jamás tuvo problemas, nadie lo paró, ni le revisaron los camiones, ni le pidieron alguna documentación, jamás.

-Quizás sea una pregunta que la pueda incomodar, pero nosotros los que estamos haciendo este trabajo, vemos que usted vive en una casa de barrio como cualquiera pero en algún momento se dijo que era multimillonario, que tenía cientos de cabezas de ganados, que tenían 0 km, que tenía propiedad, etc ¿Es verdad?

-No, nosotros tenemos una casa de barrio como usted ve y tenemos un lavadero de camiones.

Tenemos 27 años de casados y nos conocemos hace 34 años. Cuando nos casamos al poco tiempo compró el lavadero, porque era como una herencia familiar, fue del abuelo. Un tío lo tenía y se lo vendió. Dijo “te doy la posibilidad de que lo tengas vos porque sé cómo sos”.

-¿Le preguntó o sospechó de algo? ¿Tuvo alguna vez mucha plata junta, Luis?

-No, nosotros sí tenemos camiones nuevos, se han comprado pero los estamos pagando a crédito. Quien está en el rubro y se anima a comprar es como comprar un auto, solo que un poco más caro.

Tenía camiones viejos. Comenzó con un camión de su padre, desde ese entonces cuando pudo se compró uno nuevo que fue cuando nos casamos y después de eso trabaja hasta hoy, ahorrando, privándonos de miles de cosas, de vacaciones por ejemplo.

Los chicos siguen estudiando, tienen inglés pero no es para decir “tiran manteca al techo” o que andamos con lujos. Acá se trabaja, se cuida y es lo que nos damos a nuestros hijos.

-La jueza dice que su marido junto a Escudero y a Chiotti, padre e hijo, conformarían una asociación ilícita y se dedicaban a robar ganado.

-Si fuese así y viera que una persona está robando ganado, primero se va a disgustar mucho porque él no lo hace y segundo que no se va a hacer algo que no corresponda, si no tenés la guía y no tenés los papeles en regla no te lo lleva.

Por ahí dicen “mirá, llévalo después te acerco la guía”, no, no sale hasta que no esté la guía.

-¿Pone las manos en el fuego por Luis?

-Por supuesto, como no, cuántos años que lo conozco. Sé de dónde viene, sé de dónde son sus padres, a nosotros nadie nos da nada, trabajamos desde antes de tener a mis hijos, y hemos seguido luchando los dos, él en lo suyo, yo en lo mío, encargándome de mis hijos.

-¿Ha ido a visitarlo a la cárcel?

-Sí, y después de dos meses lo vieron los chicos, antes no porque él se sentía muy mal.

A un amigo de nosotros le dijo “¿ahora qué le digo a mis hijos?”. Cuando él todos los días les dice cómo tienen que ser, respetuosos, cuidar sus cosas, no tocar nada, no faltar el respeto a nadie.

-¿Cómo lo vio a Luis en la cárcel? Anímicamente, obviamente que mal, pero en algún momento le manifestó algo que la pudo haber preocupado como decir “soy capaz de matarme por lo que estoy pasando”?

-No, eso no, no lo haría, ni lo va a hacer porque tiene su familia y es inocente, él no tiene nada y está en un lugar que no corresponde.

Él tiene que estar acá trabajando como lo hizo siempre, llegando a la hora de almorzar o a la hora de la cena.

Luciana, la niña, cuando está haciendo sus tareas, va, la charla, le pregunta. Después está el varón que le pregunta “papi cómo te fue”, “qué hiciste”. Se preocupa mucho, quiere saber todo.

-¿Quizás quiera seguir el oficio del padre?

-No, no creo, tiene que seguir estudiando.

-¿En este caso la nena es del papá? ¿El nene de mamá?

-Los dos son de los dos, nos costó mucho tenerlos.

-¿Por qué?

No podía quedar embarazada.

-¿Se lo extraña mucho a él, no?

-Sí, nosotros siempre estamos los cuatro juntos. A la mañana me levanto, hago mis cosas, llego al mediodía y tiene que estar la comida y almorzamos lo cuatro juntos, muchas veces no está y a la noche siempre estamos cenando.

-La última vez que lo vio en la cárcel, ¿le dijo algo vinculado a la causa? ¿Le pregunta que pasa que sigo preso? ¿Qué hace el abogado?

-Sí, pregunta qué se dice, qué pasó, y bueno tenemos que esperar, ¿qué otra cosa nos queda?

-¿Ha recibido algún tipo de presión Luis o maltrato en la cárcel?

-No, han sido bien tratados.

-¿Y a usted?

-Nosotros tampoco, más allá que estamos mal por la situación. Nos contenemos entre los tres y toda la gente que tenemos alrededor como amigos.

-¿Luis se ha enterado que dicen que se enriqueció por esto?

-Sí, seguro que lo ha escuchado, él sabe y es consciente, está tranquilo porque lo que tiene lo ha hecho trabajando, que si le viera la mano a mi marido está llena de callos.

Lo que ha hecho sabe que lo ha hecho trabajando, lo aprendió de su padre.

-¿Cómo aparece el vinculado a la causa? ¿El transportaba ganado a Chiotti?

-Sí, él trabaja con Chiotti. Hace muchos años que es transportista de él como así también de muchos de otros. Incluso hay personas que han fallecido y quedaron sus hijos y han seguido trabajando con él, gente de acá de la provincia, gente de otras que tiene campos acá.

-¿Por qué está preso Luis? ¿Por qué están presas otras cinco personas? ¿Cómo ve las cosas que han pasado? ¿Qué ha sucedido?

-Nosotros no sabemos por qué está allí, donde no tendría que estar si a él le han formado eso de que dicen que es una asociación ilícita.

Por qué no investigan bien antes de llevarlo a la cárcel. Por qué no ven las cosas. No tiene y no puede estar ahí. Además cómo se lo va a relacionar, no sé a través de qué.

-¿Ha aparecido algún animal que supuestamente se han robado?

-Animales no hay, han revisado miles y miles de campos.

-¿Pudo haber tenido algún problema con el denunciante, Julio Vergés?

-No, inclusive le ha hecho viajes al señor Vergés. No digo ayer, pero hace mucho, sé que antes viajaba. Ha sido un cliente como cualquier otro que le pidió un viaje. Él tiene cierta cantidad de clientes de años pero también viene otro y si tiene las cosas en reglas se hace.

-Lo que usted sabe de sus abogados, ¿le dicen no se ha encontrado ninguna prueba contra Luis?

-No tiene nada de nada. Tiene sus papeles en orden.

-¿Que han pedido ustedes, los familiar en la marcha a Tribunales?

-Pedimos la libertad de ellos, le pedimos a la Cámara, que inclusive hace un rato hablamos con ellos, pero no nos atendieron, solo hablamos con una secretaria. Dijimos que lean los expedientes, que los revisen, que vean qué es lo que se ha dicho.

-¿Alguna de las otras personas que están detenidas pudieron haber acusado a Luis de algo?

-No, cómo lo van a acusar si no tiene nada, ¿de qué lo pueden acusar?

-¿La jueza habló con usted?

-No.

-¿Pidió hablar con ella?

-No, tampoco.

-¿Quiere?

-No, espero que se haga justicia como corresponde. Ella sabe lo que tiene que hacer. Tiene que ver que son inocentes.

-¿Por qué le dictaron la prisión preventiva? ¿Hay otra cosa más o supone que hay otra cosa?

-No sé qué puede haber, no sé. Simplemente sé que mi marido está adentro con una causa que no tiene nada. Es un trabajador, que no se le ha encontrado pruebas, todo está bien.

Somos cuatro, siempre estamos juntos mi hijos después de dos meses mi niño se cayó tuvo fractura en las rodillas y tuvo que ir en muletas.

-¿Los ayudan psicólogos a usted o a sus hijos?

-No por el momento, pero estamos en eso, su escuela los contiene, sus amigos, compañeros.

-¿Se imaginan Navidad y Año Nuevo con Luis en casa?

-Sí, tiene que estar a fin de mes acá. El 8 de diciembre, el Día de la Virgen, Luis tiene que estar acá.

Reclamo de Familias por Justicia (El Diario de la República)

Entrevista Margarita Godoy, esposa de Luis Alfredo Pereyra (El Chorrillero)

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