La insólita comparación la hizo el Gobernador en el acto en el que ponía en funciones a la reemplazante de Natalia Spinuzza, la ahora ex Ministra que se grabó después de consumir droga. El mandatario, además, realizó un férrea defensa de la funcionaria saliente que continuará como "asesora".
Alberto Rodríguez Saá redobló la apuesta, dijo en reiteradas oportunidades que quería "salir del escándalo" que le significó al gobierno que dirige el caso de la Ministra de Educación como protagonista de un vídeo que su propio entorno divulgó. Para escapar de ese lugar de incomodidad el Gobernador echó a la funcionaria que decía querer proteger y a la que le dedicó alabanzas durante un discurso en el que se refirió al tema del momento.
Al repasar "los logros de la gestión de Spinuzza", el titular del Ejecutivo disparó la polémica frase: "Sarmiento sentiría envidia" de lo realizado por la funcionaria saliente. Seguramente intentó con esa frase generar otro escándalo que le permita salir del anterior. Desvirtuar y manipular la estrategia que siempre utilizó el Gobernador que ya había apelado a una supuesta extorsión denunciada por Spinuzza, la misma artimaña de Adolfo en 1993 cuando se vio envuelto en el mayor escándalo institucional que recuerde la provincia al ser protagonista de una historia de amantes, sexo, homosexualidad, juguetes sexuales y material fílmico.