El juicio en Tucumán donde todos mienten: ya metieron presos a 8 testigos

Seis de los detenidos son policías. Es por el crimen de Paulina Lemmos. Mintieron, ocultaron datos, se contradijeron etieron amenazas. Esto prueba el encubrimiento, dice el padre de la víctima.

Pasaron 12 años, tres fiscales y un expediente de 116 cuerpos con datos que intentan reconstruir el crimen aún impune de Paulina Lebbos (23). A pesar del tiempo transcurrido desde que su cuerpo apareciera al costado de una ruta a 30 kilómetros de San Miguel de Tucumán, poco se sabe de cómo la mataron. Mucho menos, por qué. Un juicio intenta develar hoy la trama de encubrimiento que siguió al homicidio y también determinar si alguno de los imputados participó del asesinato. Pero el proceso está atravesado por el escándalo: en las 64 audiencias que hubo ya detuvieron a ocho testigos por mentir y cometer amenazas en sus declaraciones; seis de ellos son o fueron policías de la provincia de Tucumán.

El juicio arrancó en febrero, con seis imputados. Son el ex jefe de Policía de Tucumán, Hugo Raúl Sánchez; el ex subjefe, Nicolás Barrera; el ex subjefe de la Regional Norte, Héctor Rubén Brito; el ex secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella; y el ex policía Hugo Waldino Rodríguez. Todos ellos están imputados por el encubrimiento agravado del crimen. El sexto acusado es Roberto Gómez, a quien se lo juzga por la “privación ilegal de la libertad” y el “homicidio”.

Hasta el 25 de abril, Gómez había sido el único que había pasado algún tiempo preso por esta causa. Pero en pleno juicio la historia cambió. El ex jefe de Policía, Hugo Sánchez, se fue esposado de la sala después de que un testigo declarara delante de los jueces que había sido amenazado.

Se trata del médico forense Fernando Vázquez Carranza, que empezó a declarar entre inconsistencias y contradicciones. El Tribunal, integrado por los jueces Carlos Caramuti, Dante Ibáñez y Rafael Macorito, le repitió la misma pregunta que le haría a otros 90 testigos: “¿Recibió algún tipo de amenaza?”. Y Vázquez Carranza fue el primero en decir que sí.

En medio del debate, el médico denunció que Eduardo Andrada Barone, el abogado defensor de Sánchez, le había enviado mensajes amenazantes durante el fin de semana. Fue a través de WhatsApp y se trataba de un resumen del testimonio de un subordinado de Vázquez, que también terminó preso por falso testimonio.

“Doctor, soy el doctor Andrada Barone, amigo de ‘El Niño’, ahí le paso un resumen de lo que dijo Daniel Díaz, por entonces, año 2006, jefe de Criminalística de la Unidad Regional Norte, para que usted no vaya crudo de lo que le puedan preguntar”, leyó el médico delante de los jueces.

“El Niño” es el apodo con el que se conoce a Humberto Gómez, ex integrante del grupo de tareas “Comando Atila”, ex colaborador de Mario “Malevo” Ferreyra (vinculado a crímenes de lesa humanidad en Tucumán durante la última dictadura militar) y uno de los acusados del asesinato del cacique Javier Chocobar, ocurrido el 12 de octubre de 2009. “El Niño”, además, es el cuñado de Sánchez.

Con esa información el tribunal ordenó el arresto. Desvincularon a Andrada Barone de la defensa y Sánchez quedó preso.

Pero no fue el único en salir de la sala esposado.

A Daniel Díaz, que era jefe de Criminalística al momento del crimen de Paulina, lo detuvieron dos veces durante su declaración. La primera no sirvió y volvió a mentir delante del tribunal. Entre otras contradicciones, reconoció que filmó la autopsia y guardó el video 12 años, pero no pudo explicar por qué.

El primero había sido Jorge Giménez (el padrino de Victoria, la hija de Paulina Lebbos, y amigo del novio de la víctima). Sus contradicciones fueron tantas que, además, será investigado por su presunta participación en el asesinato de la joven de 23 años, estudiante de Comunicación Social.

El último fue Fernando Maruf que dijo que en el operativo no habían filmado la escena del hallazgo del cadáver. Pero quedó grabado en otro video con la cámara en la mano.

El juicio ya tuvo 90 testigos. Aún falta que otros 150 pasen por los tribunales de Tucumán. Las audiencias fueron suspendidas esta semana por cuestiones de salud del juez Ibáñez y se retomarán el lunes.

“Los abogados de la defensa usan artimañas para dilatar las audiencias. Interrumpen a los testigos, hacen mal uso del ejercicio de la defensa. Lo que viene pasando prueba lo que nosotros venimos diciendo hace 12 años: hubo encubrimiento. Si no, ¿por qué amenazan? ¿por qué mienten?”, le dijo Alberto Lebbos, el padre de Paulina, a Clarín.

Su hija desapareció el 26 de febrero de 2006 después de haber ido a bailar con una amiga. Su cuerpo apareció 11 días después.

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