Abrió la primera escuela sustentable del país

El edificio fue construido con 24 toneladas de basura reciclada. Asisten los 70 alumnos de la Escuela Primaria Nº 12.

Luego de un mes y medio de construcción, se inauguró ayer la primera escuela sustententable del país, en Mar Chiquita. El proyecto —impulsado por la ONG Tagma, de Uruguay— se basa en el método creado por el estadounidense Michael Reynlods. Se utilizaron más de 24 toneladas de basura reciclada (botellas, latas y cartones) para el edificio donde asistirán a clases más de 70 niños de la primaria pública número 12.

“La ‘earthship’ tiene un techo que recolecta 30 mil litros de agua de lluvias, que se reutiliza cinco veces; se mantiene con energía eléctrica por paneles solares y tiene una temperatura constante entre 16 y 25 grados”, detalló a PERFIL Martín Espósito, coordinador general de Tagma, que en 2016 construyeron la primera de este tipo en Jaureguiberry, Uruguay.

En el acto de inauguración de ayer, los 140 voluntarios que participaron de las obras le entregaron las llaves de la escuela sustentable a las autoridades de la Escuela Primaria número 12 de Mar Chiquita, donde también asistió una multitud local que viene juntando la basura para la construcción hace meses. Espósito contó que “los alumnos tenían la necesidad de un nuevo edificio, porque el anterior lo compartían con una secundaria ubicada al costado de la Ruta 11, en un lugar muy engorroso para llegar”.

Esta nueva escuela de 300 metros cuadrados, que también tiene dos huertas para producir alimentos orgánicos, servirá para que “los niños se formen en el cuidado del medio ambiente y el uso responsable de recursos naturales, además de cumplir con la currícula básica de educación primaria”, dice Espósito. Por su parte, de la iniciativa también participa la ONG argentina Amartya, que proyecta para 2020 que todas las escuelas de Mar Chiquita tengan en su programa la sustentabilidad.

Reynolds cree que “la manera de consumir del ser humano ya no es sostenible para el planeta, por eso es importante esta escuela”. “Los niños incorporan conceptos fundamentales y los jóvenes son el motor del cambio que necesitamos”, le agrega a PERFIL el arquitecto que se graduó en la Universidad de Cincinnati.

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