Así quedó reflejado en una serie de fotografías que Jürgen Klaric, una suerte de motivador espiritual, subió a las redes sociales. Adolfo y su mujer en barco o meditando son las imágenes que prueban la aventura del matrimonio.
El sitio "La Política en San Luis" brinda detalles exclusivo de la última ocurrencia típica del matrimonio millonario y extravagante que conforman Adolfo Rodríguez Saá y la procesada Gisela Vartalitis.
El senador puntano no le escapó a la tentación y se metió en el "mundo Zen", muy de moda por estos días entre los millonarios. Al parecer, Rodríguez Saá experimentó los secretos del Neuromarketing, un curso de autoayuda rebautizado elegantemente. Que Jürgen vende a las empresas y que se basa en técnicas de metafísica para superar la depresión, el desánimo y el estrés.
"El peor enemigo de tu educación es la corrupción", dice la frase del gurú que mejor calza en el longevo senador. San Luis es una de las provincias más cuestionadas en materia de corrupción. Con un gobierno que no rinde cuentas, obras fantasmas y una historia de la familia gobernante más que sospechosa. Los mismos que supieron tener una renoleta, hoy poseen varias empresas, bares, boliches, hoteles, entre otros negocios. Además se destacan por vivir en grandes mansiones, como la de Alberto en el Durazno y la de los 75 millones de pesos en Potrero de los Funes que pertenece a Adolfo.
Klaric es uno de los "maestros" espirituales de moda y su caché no es para nada accesible. Se estima que un retiro con el estadounidense puede costar alrededor de 20 mil dólares por día. Una cifra que solo pueden afrontar empresarios internacionales o políticos con un muy buen pasar como el caso de Adolfo.
El dato relevante es que Rodríguez Saá intenta mostrarse trabajando y en la provincia. Esto lo realiza a través de su cuenta de Facebook y en diversas operaciones en medios sustentados con la pauta oficial.
Un claro ejemplo es este viaje escondido a Colombia. Mientras estaba en la ciudad de Guatapé, al mismo tiempo aseguró estar en Merlo. Una estrategia más que utilizada por el senador puntano que después de las elecciones nunca más volvió al trabajo pero no dejó de realizar publicaciones en las redes a pesar de no estar en la provincia.
La ostentosa vida de Adolfo choca de frente con la realidad provincial. Donde falta el empleo genuino, los impuestos se incrementaron sustancialmente y hay más de 80 mil personas que reciben planes del gobierno.
Además contrasta con el discurso que encabeza su propio hermano, basado en la crisis financiera, el ajuste a las dependencias gubernamentales y la supuesta victimización.