California: 17 muertos y 46.500 hectáreas arrasadas por los incendios

Al menos 17 muertos y más de 46.500 hectáreas arrasadas causaron los devastadores incendios que desde el domingo ocurren en el norte de California, y que obligaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a firmar la declaración de desastre en ese estado, y al gobernador, Jerry Brown, el estado de emergencia en las áreas afectadas.

Las 17 víctimas mortales por los siniestros, confirmadas hasta ahora, se registraron en los condados de Sonoma (11), Mendocino (3), Napa (2) y Yuba (1), según los últimos datos facilitados por el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios del estado, citado por EFE.

Mientras tanto, la oficina del alguacil del condado de Sonoma, donde hay 25.000 evacuadas ante las amenazas del fuego, de las cuales cerca de 5.000 se encuentran en refugios, afirmó en un comunicado en Facebook, que recibieron informes de alrededor de 200 personas desaparecidas, de las cuales 45 fueron localizadas.

El martes, el presidente Donald Trump, aprobó la declaración de desastre en California por los incendios, lo que facilitará la intervención de ayuda y el envío de recursos federales para sofocarlos después de que el lunes el gobernador, Jerry Brown, firmó el estado de emergencia en las áreas afectadas.

Por su parte, Brown dijo que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) respondió de inmediato al requerimiento de California para combatir "estos terribles incendios", y agradeció "la rápida respuesta" del presidente Trump.

Los incendios comenzaron, por causas que aún se desconocen, el domingo a la noche sobre alrededor de las 22:00 (02:00, hora en Argentina) y se expandieron rápidamente desde el condado de Napa.

Estas zonas del norte de California son popularmente conocidas por ser un territorio de viñedos y bodegas donde se producen vinos de gran calidad.

Los cuerpos de emergencia aseguraron que los potentes vientos que ayudaron a que el fuego se propagara perdieron fuerza, lo que unido al descenso de las temperaturas contribuyó a que los bomberos progresaran en sus labores para controlar los siniestros.

No obstante, las autoridades admitieron que las condiciones de sequía y viento continúan siendo un motivo de preocupación para contener las llamas.

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