La presión tributaria bajó por primera vez desde 2002

Con los cambios dispuestos por el nuevo gobierno, la presión tributaria (impuestos nacionales y provinciales) bajó por primera vez desde 2002 tras pasar de representar 32% del PBI en 2015 a 31,4% el año pasado, según un informe de la consultora Ecolatina.

La merma en la presión tributaria se da contramano del crecimiento constante registrado en los últimos años producto de la incorporación de nuevos tributos, la falta de actualización de las escalas impositivas "en un contexto de elevada inflación, y el crecimiento en las alícuotas", detalla el informe.

Asimismo, señala que la baja verificada el año pasado respondió exclusivamente a la menor presión por el lado de los impuestos nacionales ya que la recaudación por tributos provinciales habría permanecido estable en relación al producto (5,4% del PBI).

Para la consultora, la reducción de la presión tributaria descontado los aportes del blanqueo (-1,9 p.p. del PBI) se explica, en primer lugar, "por la baja en Ganancias (-1,1 p.p. del PBI), debido a la suba del Mínimo No Imponible y a que la AFIP dejó de percibir automáticamente anticipos por gastos en moneda extranjera".

"En segundo lugar, se encuentran los Derechos de exportaciones que explicó otro 0,6 p.p. del PBI de la reducción en la presión tributaria. Las retenciones representaron alrededor de 2,2% del PBI durante la última década, pero ya venían perdiendo participación (en 2015 equivalían a 1,3% del PBI)", explica.

En tanto, añade que en 2016 no sólo se registró una baja en la presión consolidada, sino que también hubo varios factores que alteraron el reparto de la misma en favor de las provincias.

"Entre estos factores se destacan principalmente el principio de devolución del 15% de la masa coparticipable bruta con destino a la seguridad social, el fallo de la Corte Suprema por el cual no se le realiza esta detracción ni el financiamiento a AFIP a las provincias de Córdoba, Santa Fe y San Luis, y el incremento de la alícuota que recibe la Ciudad de Buenos Aires (de 1,4% a 3,75%). Por estos factores, las provincias percibieron en 2016 el 55% de la masa coparticipable bruta, frente al 50% en 2015″, sostiene Ecolatina.

Sin embargo, incluyendo los fondos del blanqueo (que sólo engrosaron las arcas de la ANSES), las provincias recibieron el 38% de la recaudación consolidada, el mismo porcentaje percibido en 2015. El monto que el sector público Nacional resignó en favor de las provincias (por la devolución parcial del 15% de la masa coparticipable que percibía ANSES) fue compensando por los ingresos extraordinarios del sinceramiento fiscal.

El informe sostiene que la presión tributaria "continúa en niveles muy elevados" y que "pese a su elevada magnitud, aún es insuficiente para financiar el gasto (la recaudación sin blanqueo sólo cubrió 72% del gasto primario en 2016)".

Y agrega que la estructura impositiva continúa teniendo las mismas características negativas previas. "Es distorsiva, regresiva, elevada en impuestos indirectos, al comercio y al trabajo, y reducida en la grabación a las propiedades y rentas", señala.

Respecto del año en curso, sostiene que no prevé mayores cambios en la presión tributaria "puesto que la necesidad de disminuir el déficit reduce al mínimo la posibilidad de resignar recursos".

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