El correntino se impuso en el quinto punto de la serie por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4; así, el conjunto nacional se metió en una nueva definición por la Ensaladera, en la que se enfrentará ante Croacia.
En el cierre de un fin de semana repleto de matices, Leo Mayer terminó siendo el héroe menos pensado. El correntino venció en cuatro sets al inglés Daniel Evans y la Argentina terminó ganándole 3-2 a Gran Bretaña la serie semifinal de la Copa Davis.
El equipo argentino capitaneado por Daniel Orsanic, que hasta la participación de Juan Martín del Potro era un grupo de optimistas que se potenciaban cuando se juntaban a jugar la Copa Davis, hace historia. Después de superar tres series de visitante en la temporada, jugará la quinta definición por la Ensaladera en la historia del tenis nacional. Y, al margen de decisiones estratégicas de Orsanic que pueden ser foco de discusiones o de la sorpresa, y del sabor amargo que les quedó a muchos porque Del Potro no haya disputado el quinto punto, alcanzó la final sin miserias internas ni polémicas grupales de las que abundaron a lo largo de tantos años.
Con el triunfo épico del viernes de Del Potro ante Andy Murray, el número 2 del mundo; con la muestra de coraje de Guido Pella para jugar su segundo single en la Davis y vencer a un tenista en ascenso como Kyle Edmund; y con el examen aprobado de Leonardo Mayer (acumula diez singles invicto en la competencia), la Argentina se puede dar el lujo de soñar con ganar el único título grande que le falta al deporte nacional.
Ahora, el equipo nacional jugará la final frente a Croacia entre el 25 y el 27 de noviembre, de visitante.